David Lin, pastor estadounidense de 68 años, ha sido liberado de la prisión en China, poniendo fin a casi 20 años de encarcelamiento bajo cargos que Estados Unidos considera falsos. Lin fue condenado a cadena perpetua en 2006 por presunto fraude contractual, pero su pena se había reducido, y se esperaba que fuera liberado en 2030. Sin embargo, fue liberado antes de lo previsto el 15 de septiembre de 2024.
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Lin enfrentó serias dificultades de salud durante su encarcelamiento, según reportes. Su liberación se confirmó después de una reunión diplomática significativa entre Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional de EE. UU., y Wang Yi, ministro de Relaciones Exteriores de China. La familia de Lin fue contactada por el Departamento de Estado de EE. UU. para informarles de la liberación.
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La detención de Lin es un caso prominente entre varios ciudadanos estadounidenses que permanecen encarcelados en China. Otros casos destacados incluyen los de Kai Li y Mark Swidan, quienes también son considerados por el gobierno estadounidense como injustamente detenidos. Swidan enfrenta incluso la pena de muerte por acusaciones de tráfico de drogas.
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El Departamento de Estado de EE. UU. expresó gratitud por la liberación de Lin y enfatizó la importancia de su regreso a casa. En una declaración, un portavoz señaló: "La liberación de David Lin subraya la importancia de nuestros esfuerzos continuos para proteger a los ciudadanos estadounidenses en el extranjero".
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En adelante, se espera que el Congreso de EE. UU. lleve a cabo una audiencia sobre la situación de los ciudadanos estadounidenses encarcelados en China, incluidos Lin, Li y Swidan. Esta audiencia está programada para el próximo miércoles y apunta a revisar estos casos y las estrategias para asegurar su liberación.
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La liberación de David Lin ocurre en un contexto de tensiones diplomáticas entre EE. UU. y China, especialmente en relación a los derechos humanos y la detención de ciudadanos extranjeros. El caso de Lin ha servido para resaltar estas tensiones y la necesidad de un diálogo continuo entre ambas naciones.
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La situación de Lin y otros estadounidenses detenidos en China sigue siendo una prioridad para el Departamento de Estado de EE. UU. y las autoridades han manifestado su determinación de trabajar incansablemente por la liberación de todos los ciudadanos injustamente retenidos.