El 4 de enero de 2025, Edmundo González Urrutia, destacado opositor al chavismo y candidato electo a la presidencia de Venezuela, se reunió con el presidente argentino, Javier Milei, en la Casa Rosada, Buenos Aires. Esta reunión marcó el inicio de una ambiciosa gira internacional que incluye paradas estratégicas en Uruguay, Estados Unidos, Panamá y República Dominicana. El objetivo primordial de esta gira es recabar apoyo internacional para la asunción presidencial de González Urrutia el próximo 10 de enero.
Durante la visita a la capital argentina, cientos de venezolanos se congregaron en la emblemática Plaza de Mayo para vitorear a González Urrutia y a Milei, quien ha sido uno de los primeros líderes mundiales en declarar las elecciones venezolanas como fraudulentas. Los asistentes corearon consignas a favor del líder opositor, destacando frases como "Edmundo presidente" y "libertad".
Residiendo en Buenos Aires entre 1998 y 2002, González Urrutia revivió viejos lazos, siendo recibido con entusiasmo. En la reunión, Milei lo saludó como "presidente electo" y condenó la persecución política en Venezuela, subrayando que Argentina no será cómplice del régimen de Nicolás Maduro. En su discurso, Milei enfatizó la importancia de fortalecer la colaboración regional para construir una Latinoamérica libre de gobiernos opresores.
Posteriormente, González Urrutia viajó a Uruguay para reunirse con el presidente Luis Lacalle Pou, quien también lo reconoció como presidente electo de Venezuela. Durante el encuentro, González Urrutia presentó un cuadro con las actas electorales de su triunfo como testimonio de su victoria. El apoyo del pueblo se hizo evidente nuevamente, con una multitud de venezolanos vitoreando su nombre.
La gira internacional de González Urrutia también contempla reuniones clave con líderes del Congreso estadounidense y una importante conversación con el presidente Joe Biden. Aunque la agenda detallada en Estados Unidos aún no está completamente definida, se espera que su visita incremente la presión sobre el régimen de Maduro. Maduro, por su parte, ha implementado medidas estrictas para blindar el acceso al país e impedir la entrada de González Urrutia, quien además enfrenta una orden de detención en Venezuela y una recompensa de 100,000 dólares por su captura.
El 10 de enero marcará una fecha crucial en la política venezolana, con González Urrutia decidido a asumir la presidencia respaldado por más de siete millones de votos obtenidos en julio. Sin embargo, sus aspiraciones se ven obstaculizadas por las intenciones de Maduro de tomar posesión de un nuevo mandato sin presentar las actas electorales que avalen su victoria, un hecho que ha sido duramente criticado tanto por la oposición como por la comunidad internacional.