Justin Trudeau, Primer Ministro de Canadá, ha anunciado su renuncia tanto a su cargo como líder del Partido Liberal, sellando así el final de una gestión que ha durado casi una década. La noticia marca un punto de inflexión en la política canadiense y se produce mientras el partido enfrenta una considerable caída en su popularidad.
Trudeau declaró en un discurso que se retirará una vez que el Partido Liberal elija a un nuevo líder a través de un proceso competitivo a nivel nacional, cuya elección comenzará esta semana. Además, anunció que el Parlamento será prorrogado hasta el 24 de marzo de 2025, evitando así cualquier sesión parlamentaria antes de esa fecha.
En su discurso de renuncia, Trudeau citó la lucha interna dentro del partido y la presión de los opositores como los motivos principales detrás de su decisión, reconociendo que no podía ser la mejor opción para afrontar las próximas elecciones. En sus palabras, “los canadienses merecen una 'verdadera elección' en las próximas elecciones”.
Las encuestas recientes reflejan una caída drástica en el apoyo al Partido Liberal, situándose en un mínimo histórico del 16%. En contraste, el Partido Conservador, liderado por Pierre Poilievre, muestra una ventaja significativa en las encuestas actuales. En respuesta a la renuncia de Trudeau, Poilievre expresó que "nada ha cambiado" y criticó a los liberales por intentar cambiar de líder sin ajustar sus políticas.
Chrystia Freeland, exviceprimera ministra y ministra de Finanzas, quien dimitió el 16 de diciembre de 2024, también criticó a Trudeau por no abordar adecuadamente las amenazas de tarifas por parte del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. Además, Yves-François Blanchet, líder del Bloc Québécois, instó a que se convoquen elecciones generales inmediatas.
El mandato de Trudeau ha estado plagado de desafíos económicos y políticos. Ha enfrentado críticas por el aumento de la inflación y el costo de vida, factores que han afectado profundamente a los canadienses. Los precios de la vivienda y los alimentos han experimentado incrementos significativos durante su gestión.
Políticamente, Trudeau ha lidiado con una serie de crisis y controversias que han mermado su popularidad, incluidos diversos escándalos. Cuando perdió la mayoría en 2019, su gobierno pasó a ser minoritario, complicando su capacidad para implementar políticas y tomar decisiones efectivas.
Las próximas elecciones generales están programadas para celebrarse a más tardar el 20 de octubre de 2025, aunque hay expectativas de que podrían adelantarse debido a la situación política actual.
Entre los logros de su mandato, Trudeau ha implementado políticas como el Beneficio por hijo de Canadá y un plan nacional de cambio climático. Sin embargo, su popularidad ha disminuido drásticamente, con solo el 22% de los canadienses aprobando su gestión hacia finales de 2024.
Además de la turbulencia interna en su partido y las cuestiones económicas, el actual clima político internacional ha añadido una capa adicional de complejidad. El presidente electo de EE. UU., Donald Trump, sugirió que Canadá debería convertirse en el "51º estado" de EE. UU., lo que ha intensificado las preocupaciones sobre las posibles tarifas y su impacto en la economía canadiense.
La renuncia de Trudeau ha abierto un nuevo capítulo en la política canadiense, poniendo al país en una posición de incertidumbre hasta que se determine quién será su sucesor y cómo se abordarán los retos pendientes.