El 25 de septiembre de 2024, Gislayne Silva de Deus, ahora policía de la División de Homicidios de la Policía Estatal, capturó a Raimundo Alves Gomes, prófugo condenado por el asesinato de su padre, Givaldo José Vicente de Deus. El crimen, que ocurrió el 16 de febrero de 1999 en un bar en Boa Vista, Brasil, fue motivado por una disputa relacionada con una deuda de 150 reales brasileños (aproximadamente 25 dólares). Durante una discusión, Raimundo Alves Gomes, actualmente de 60 años, disparó a quemarropa a Givaldo, quien falleció a los 35 años. Tras cometer el crimen, Gomes huyó, logrando evadir la justicia durante varios años pese a la emisión de una orden de arresto.
‍

En el momento del asesinato de su padre, Gislayne Silva de Deus tenía apenas 9 años. A los 18, decidió estudiar Derecho y se convirtió en abogada. En 2022, tomó la decisión de ingresar a la policía para perseguir justicia por la muerte de su padre. Se unió a la División de Homicidios en julio de 2024.
‍

‍

La intensa búsqueda de justicia por parte de Gislayne culminó cuando, el 25 de septiembre de 2024, ejecutó la orden de arresto y se presentó ante Gomes en una finca cerca de Boa Vista, revelando su identidad como hija de la víctima. Su mensaje fue claro: "Es por mí que estás aquí, y ahora vas a pagar".
‍

Raimundo Alves Gomes había sido condenado a 12 años de prisión en 2013, pero había estado prófugo desde 2016. Tras su captura, su condena fue confirmada, cerrando así un ciclo de 25 años de dolor y búsqueda de justicia para la familia Silva de Deus. Gislayne expresó que la captura le trajo paz a ella y a su familia, afirmando que había "limpiado su alma".
‍

‍

La orden de arresto contra Gomes fue emitida tres años después de su condena, y según la ley brasileña, existe un plazo de prescripción de 20 años para los homicidios. Esto significaba que Gislayne tenía hasta 2031 para capturarlo, sin embargo, su persistencia y determinación resultaron en una acción más rápida, demostrando su compromiso inquebrantable con la búsqueda de justicia.
‍

Este caso resalta no solo la capacidad profesional, sino también la inmensa fuerza personal de Gislayne Silva de Deus para luchar contra la impunidad y cumplir con la justicia en nombre de su padre. Gislayne Silva de Deus optó por ingresar a la policía en lugar de continuar solo con su carrera de Derecho, motivada ampliamente por el asesinato de su padre, mostrando así una determinación poco común para combinar su formación académica con su pasión investigativa.