En un contexto de intensa campaña electoral, más de 230 médicos, enfermeras y profesionales de la salud han solicitado que Donald Trump haga públicos sus registros médicos. Esta petición, realizada a través de una carta fechada el 13 de octubre de 2024, resalta las preocupaciones sobre la salud del ex presidente, quien actualmente tiene 78 años, y hace hincapié en que su reciente comportamiento sugiere un posible deterioro cognitivo.
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Por otro lado, la vicepresidenta Kamala Harris, quien cumplirá 60 años, ha divulgado su propio informe médico el 12 de octubre. Este documento califica su estado de salud como "no notable" y resalta su "resiliencia física y mental" para asumir la presidencia. Harris aprovechó para destacar su transparencia, en contraste con la reticencia de Trump.
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Ronny Jackson, médico personal de Trump, ha mantenido que el ex mandatario está en "perfecta y excelente salud". No obstante, la campaña de Trump aún no ha liberado detalles específicos sobre su estado de salud, a pesar de que Trump afirmó en agosto estar dispuesto a compartir sus registros.
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La presión para que Trump revele su historial médico aumenta a medida que se acercan las elecciones de 2024. De ganar, Trump se convertiría en el presidente más anciano en asumir el cargo. Encuestas recientes en estados clave muestran que entre el 64% y el 68% de los votantes registrados confían en que Harris posee la salud mental y cognitiva para ser presidenta. En comparación, solo el 47% al 49% opinan lo mismo sobre Trump.
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Harris criticó enérgicamente a Trump, recalcando que todos los demás candidatos presidenciales en la era moderna han hecho públicos sus registros médicos. Su campaña utiliza esta falta de transparencia de Trump como un argumento central en su estrategia electoral.
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Expertos en salud, algunos de los cuales firmaron la carta dirigida a Trump, expresan su preocupación sobre la capacidad del ex presidente para manejar las responsabilidades de la presidencia, citando comportamientos erráticos en sus apariciones públicas. Este contexto refuerza la urgencia de abordar las preocupaciones sobre la salud de Trump de cara a las elecciones.