Arte y Cultura

El País Donde Todavía es 2016: Etiopía Siguiendo su Calendario Único

El próximo 11 de septiembre, Etiopía celebrará oficialmente el inicio del año 2017, debido a su seguimiento de un calendario particular que difiere del gregoriano utilizado mundialmente.

Arte y Cultura

El País Donde Todavía es 2016: Etiopía Siguiendo su Calendario Único

El próximo 11 de septiembre, Etiopía celebrará oficialmente el inicio del año 2017, debido a su seguimiento de un calendario particular que difiere del gregoriano utilizado mundialmente.

"La coordinación de años no es crucial para nosotros; es parte de nuestra identidad cultural y tradicional"

- Comentan muchos etíopes.

20/6/2024

Mientras el mundo entero se prepara para el 11 de septiembre de 2024, en Etiopía esta fecha marcará el inicio del año 2017. Esta peculiaridad se debe al uso del calendario etíope, que difiere en siete años y ocho meses del calendario gregoriano occidental, introducido por el papa Gregorio XIII en 1582. La razón de esta discrepancia radica en que el calendario etíope reconoce el año de nacimiento de Jesucristo como siete u ocho años más tarde que el calendario gregoriano.

El calendario etíope es una reliquia cultural que data de al menos 1.500 años y comparte similitudes con el calendario copto de la Iglesia Ortodoxa Copta de Alejandría. Este sistema de cronología está compuesto por 13 meses, donde 12 meses tienen una duración de 30 días cada uno y un mes adicional que cuenta con cinco días, extendiéndose a seis en los años bisiestos.

Las actividades diarias y negocios en Etiopía se desplazan entre ambos calendarios, ya que muchas instituciones y operaciones con entidades internacionales siguen el calendario gregoriano para facilitar los compromisos globales. Esta dualidad en el manejo temporal es un reflejo de la capacidad adaptativa de los etíopes ante las demandas del mundo moderno.

Además de su particular año nuevo, Etiopía también emplea un sistema horario distinto. A diferencia de la mayoría de los países que comienzan el día a medianoche, en Etiopía el reloj tiene un ciclo de 12 horas que inicia al amanecer, alrededor de la 1 a.m., extendiéndose hasta el anochecer. Este sistema único puede generar confusión para los visitantes extranjeros no familiarizados con la costumbre local.

Pese a la era de la conectividad global, Etiopía ha resistido las presiones para sincronizar su sistema temporal con el resto del mundo, manteniendo su enfoque tradicional. Algunos expertos postulan que una mayor conectividad, especialmente en las zonas rurales, podría llevar a cambios en el futuro. Sin embargo, para muchos etíopes, la diferencia de años y sistemas de temporalidad es un símbolo de su identidad cultural, y su coordinación con el calendario gregoriano no es vista como una cuestión apremiante.

Etiopía también muestra una rica diversidad cultural con la coexistencia de otros dos calendarios en el sur del país, reflejando la complejidad de su tejido social. Esta mezcla de tradiciones y sistemas de tiempo es un testimonio de la riqueza cultural de la nación. Etiopía, en su esencia, se mantiene firme en sus raíces, celebrando su historia y tradición, a pesar de las complejidades de estar en un mundo que predominantemente se rige por el calendario gregoriano. El sistema horario etíope, que comienza al amanecer, se asemeja a la forma en que muchas culturas antiguas estructuraban su día, ofreciendo una visión fascinante sobre cómo diferentes civilizaciones miden el tiempo.

Algo Curioso

"La coordinación de años no es crucial para nosotros; es parte de nuestra identidad cultural y tradicional"

- Comentan muchos etíopes.

Jun 20, 2024

Mientras el mundo entero se prepara para el 11 de septiembre de 2024, en Etiopía esta fecha marcará el inicio del año 2017. Esta peculiaridad se debe al uso del calendario etíope, que difiere en siete años y ocho meses del calendario gregoriano occidental, introducido por el papa Gregorio XIII en 1582. La razón de esta discrepancia radica en que el calendario etíope reconoce el año de nacimiento de Jesucristo como siete u ocho años más tarde que el calendario gregoriano.

El calendario etíope es una reliquia cultural que data de al menos 1.500 años y comparte similitudes con el calendario copto de la Iglesia Ortodoxa Copta de Alejandría. Este sistema de cronología está compuesto por 13 meses, donde 12 meses tienen una duración de 30 días cada uno y un mes adicional que cuenta con cinco días, extendiéndose a seis en los años bisiestos.

Las actividades diarias y negocios en Etiopía se desplazan entre ambos calendarios, ya que muchas instituciones y operaciones con entidades internacionales siguen el calendario gregoriano para facilitar los compromisos globales. Esta dualidad en el manejo temporal es un reflejo de la capacidad adaptativa de los etíopes ante las demandas del mundo moderno.

Además de su particular año nuevo, Etiopía también emplea un sistema horario distinto. A diferencia de la mayoría de los países que comienzan el día a medianoche, en Etiopía el reloj tiene un ciclo de 12 horas que inicia al amanecer, alrededor de la 1 a.m., extendiéndose hasta el anochecer. Este sistema único puede generar confusión para los visitantes extranjeros no familiarizados con la costumbre local.

Pese a la era de la conectividad global, Etiopía ha resistido las presiones para sincronizar su sistema temporal con el resto del mundo, manteniendo su enfoque tradicional. Algunos expertos postulan que una mayor conectividad, especialmente en las zonas rurales, podría llevar a cambios en el futuro. Sin embargo, para muchos etíopes, la diferencia de años y sistemas de temporalidad es un símbolo de su identidad cultural, y su coordinación con el calendario gregoriano no es vista como una cuestión apremiante.

Etiopía también muestra una rica diversidad cultural con la coexistencia de otros dos calendarios en el sur del país, reflejando la complejidad de su tejido social. Esta mezcla de tradiciones y sistemas de tiempo es un testimonio de la riqueza cultural de la nación. Etiopía, en su esencia, se mantiene firme en sus raíces, celebrando su historia y tradición, a pesar de las complejidades de estar en un mundo que predominantemente se rige por el calendario gregoriano. El sistema horario etíope, que comienza al amanecer, se asemeja a la forma en que muchas culturas antiguas estructuraban su día, ofreciendo una visión fascinante sobre cómo diferentes civilizaciones miden el tiempo.

Mientras el mundo entero se prepara para el 11 de septiembre de 2024, en Etiopía esta fecha marcará el inicio del año 2017. Esta peculiaridad se debe al uso del calendario etíope, que difiere en siete años y ocho meses del calendario gregoriano occidental, introducido por el papa Gregorio XIII en 1582. La razón de esta discrepancia radica en que el calendario etíope reconoce el año de nacimiento de Jesucristo como siete u ocho años más tarde que el calendario gregoriano.

El calendario etíope es una reliquia cultural que data de al menos 1.500 años y comparte similitudes con el calendario copto de la Iglesia Ortodoxa Copta de Alejandría. Este sistema de cronología está compuesto por 13 meses, donde 12 meses tienen una duración de 30 días cada uno y un mes adicional que cuenta con cinco días, extendiéndose a seis en los años bisiestos.

Las actividades diarias y negocios en Etiopía se desplazan entre ambos calendarios, ya que muchas instituciones y operaciones con entidades internacionales siguen el calendario gregoriano para facilitar los compromisos globales. Esta dualidad en el manejo temporal es un reflejo de la capacidad adaptativa de los etíopes ante las demandas del mundo moderno.

Además de su particular año nuevo, Etiopía también emplea un sistema horario distinto. A diferencia de la mayoría de los países que comienzan el día a medianoche, en Etiopía el reloj tiene un ciclo de 12 horas que inicia al amanecer, alrededor de la 1 a.m., extendiéndose hasta el anochecer. Este sistema único puede generar confusión para los visitantes extranjeros no familiarizados con la costumbre local.

Pese a la era de la conectividad global, Etiopía ha resistido las presiones para sincronizar su sistema temporal con el resto del mundo, manteniendo su enfoque tradicional. Algunos expertos postulan que una mayor conectividad, especialmente en las zonas rurales, podría llevar a cambios en el futuro. Sin embargo, para muchos etíopes, la diferencia de años y sistemas de temporalidad es un símbolo de su identidad cultural, y su coordinación con el calendario gregoriano no es vista como una cuestión apremiante.

Etiopía también muestra una rica diversidad cultural con la coexistencia de otros dos calendarios en el sur del país, reflejando la complejidad de su tejido social. Esta mezcla de tradiciones y sistemas de tiempo es un testimonio de la riqueza cultural de la nación. Etiopía, en su esencia, se mantiene firme en sus raíces, celebrando su historia y tradición, a pesar de las complejidades de estar en un mundo que predominantemente se rige por el calendario gregoriano. El sistema horario etíope, que comienza al amanecer, se asemeja a la forma en que muchas culturas antiguas estructuraban su día, ofreciendo una visión fascinante sobre cómo diferentes civilizaciones miden el tiempo.

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