Mundo

Drástico cambio de postura de Marco Rubio sobre Rusia y Ucrania genera debate en EE. UU.

Marco Rubio, actual secretario de Estado de Estados Unidos, ha pasado de ser un crítico férreo de Vladimir Putin a alinearse con las políticas de la administración Trump, adoptando una postura más conciliadora en el conflicto entre Rusia y Ucrania.

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Drástico cambio de postura de Marco Rubio sobre Rusia y Ucrania genera debate en EE. UU.

Marco Rubio, actual secretario de Estado de Estados Unidos, ha pasado de ser un crítico férreo de Vladimir Putin a alinearse con las políticas de la administración Trump, adoptando una postura más conciliadora en el conflicto entre Rusia y Ucrania.

“Habrá que hacer concesiones tanto por parte de la Federación Rusa como de los ucranianos y de EE. UU.”

– Declaró Marco Rubio durante su audiencia de confirmación en enero de 2025.

8/3/2025

El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, ha generado controversia debido al drástico cambio en su postura hacia Rusia y Ucrania desde que asumió el cargo bajo la administración del expresidente Donald Trump. Rubio, quien previamente calificó a Vladimir Putin como un "gangster", "matón" y "criminal de guerra", ha suavizado su retórica y se ha alineado con las prioridades de política exterior promovidas por Trump, dejando atrás gran parte de su antiguo apoyo a Ucrania.

Los cambios en su visión política sobre el conflicto en Europa del Este han quedado evidenciados en una serie de declaraciones y momentos clave a lo largo de los años. En 2014, tras la anexión de Crimea, Rubio defendió la ayuda a Ucrania recordando las garantías de seguridad prometidas a ese país en 1994, cuando accedió a desmantelar su arsenal nuclear. Luego, en 2015, durante la campaña presidencial republicana, se comprometió a tratar a Putin con firmeza y categorizó al líder ruso como un "criminal de guerra". Esta postura agresiva hacia Moscú prevaleció aún en 2017, cuando sugirió que identificar los crímenes de guerra de Putin "debería ser fácil".

Sin embargo, los avances del conflicto en Ucrania y la llegada de Rubio al círculo cercano de Trump marcaron un giro en su enfoque. En marzo de 2022, a raíz de la invasión rusa de Ucrania, el ahora secretario instó al gobierno de Biden a brindar un apoyo claro a Kiev. No obstante, para mayo de 2024 comenzaron a verse señales de un cambio de paradigma, cuando aunque calificó a Putin como "tirano", adoptó una actitud más distante hacia el respaldo abierto a Ucrania.

Ya en 2025, una vez confirmado como secretario de Estado, Rubio abogó por concesiones mutuas entre Rusia, Ucrania y los Estados Unidos para resolver el conflicto. Su actitud durante la reunión entre Trump y el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy en febrero de ese año, en la que no intervino ante las demandas de Trump hacia Zelenskyy de mayor gratitud, le acarreó críticas públicas y en redes sociales, donde fue apodado "el cadáver en el sofá". En marzo del mismo año, Rubio se refirió al conflicto en Ucrania como "una guerra por poderes entre potencias nucleares", ajustándose a la caracterización promovida por Trump.

Este cambio de tono y postura refleja un ajuste significativo en la política exterior estadounidense bajo el prisma de la agenda "América primero". La administración Trump ha buscado priorizar sus propios intereses y reducir la implicación directa en conflictos internacionales, mientras busca una normalización de relaciones con Moscú, incluso a costa de restringir el apoyo militar y financiero a Ucrania, un país que desde 2014 ha enfrentado la agresión y ocupación de Rusia.

La evolución de Rubio en temas de política internacional genera un debate interno en Washington, donde sus críticos consideran que ha traicionado sus antiguas convicciones para alinearse con la estrategia de Trump. Por otro lado, sus partidarios defienden el enfoque más pragmático como un intento por rebajar tensiones en un escenario de alta volatilidad y riesgo global. Independientemente de la postura, resulta claro que el secretario de Estado ya no ocupa el mismo lugar de alta crítica hacia Rusia que sostuvo durante más de una década.

En marzo de 2022, cuando Rubio todavía criticaba fuertemente a Rusia, insistió en que siempre debía existir "un estado ucraniano legítimo". Sin embargo, tres años después, su retórica había cambiado drásticamente, enfocándose en las concesiones necesarias para finalizar el conflicto.

Algo Curioso

“Habrá que hacer concesiones tanto por parte de la Federación Rusa como de los ucranianos y de EE. UU.”

– Declaró Marco Rubio durante su audiencia de confirmación en enero de 2025.

Mar 8, 2025
Colglobal News

El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, ha generado controversia debido al drástico cambio en su postura hacia Rusia y Ucrania desde que asumió el cargo bajo la administración del expresidente Donald Trump. Rubio, quien previamente calificó a Vladimir Putin como un "gangster", "matón" y "criminal de guerra", ha suavizado su retórica y se ha alineado con las prioridades de política exterior promovidas por Trump, dejando atrás gran parte de su antiguo apoyo a Ucrania.

Los cambios en su visión política sobre el conflicto en Europa del Este han quedado evidenciados en una serie de declaraciones y momentos clave a lo largo de los años. En 2014, tras la anexión de Crimea, Rubio defendió la ayuda a Ucrania recordando las garantías de seguridad prometidas a ese país en 1994, cuando accedió a desmantelar su arsenal nuclear. Luego, en 2015, durante la campaña presidencial republicana, se comprometió a tratar a Putin con firmeza y categorizó al líder ruso como un "criminal de guerra". Esta postura agresiva hacia Moscú prevaleció aún en 2017, cuando sugirió que identificar los crímenes de guerra de Putin "debería ser fácil".

Sin embargo, los avances del conflicto en Ucrania y la llegada de Rubio al círculo cercano de Trump marcaron un giro en su enfoque. En marzo de 2022, a raíz de la invasión rusa de Ucrania, el ahora secretario instó al gobierno de Biden a brindar un apoyo claro a Kiev. No obstante, para mayo de 2024 comenzaron a verse señales de un cambio de paradigma, cuando aunque calificó a Putin como "tirano", adoptó una actitud más distante hacia el respaldo abierto a Ucrania.

Ya en 2025, una vez confirmado como secretario de Estado, Rubio abogó por concesiones mutuas entre Rusia, Ucrania y los Estados Unidos para resolver el conflicto. Su actitud durante la reunión entre Trump y el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy en febrero de ese año, en la que no intervino ante las demandas de Trump hacia Zelenskyy de mayor gratitud, le acarreó críticas públicas y en redes sociales, donde fue apodado "el cadáver en el sofá". En marzo del mismo año, Rubio se refirió al conflicto en Ucrania como "una guerra por poderes entre potencias nucleares", ajustándose a la caracterización promovida por Trump.

Este cambio de tono y postura refleja un ajuste significativo en la política exterior estadounidense bajo el prisma de la agenda "América primero". La administración Trump ha buscado priorizar sus propios intereses y reducir la implicación directa en conflictos internacionales, mientras busca una normalización de relaciones con Moscú, incluso a costa de restringir el apoyo militar y financiero a Ucrania, un país que desde 2014 ha enfrentado la agresión y ocupación de Rusia.

La evolución de Rubio en temas de política internacional genera un debate interno en Washington, donde sus críticos consideran que ha traicionado sus antiguas convicciones para alinearse con la estrategia de Trump. Por otro lado, sus partidarios defienden el enfoque más pragmático como un intento por rebajar tensiones en un escenario de alta volatilidad y riesgo global. Independientemente de la postura, resulta claro que el secretario de Estado ya no ocupa el mismo lugar de alta crítica hacia Rusia que sostuvo durante más de una década.

En marzo de 2022, cuando Rubio todavía criticaba fuertemente a Rusia, insistió en que siempre debía existir "un estado ucraniano legítimo". Sin embargo, tres años después, su retórica había cambiado drásticamente, enfocándose en las concesiones necesarias para finalizar el conflicto.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, ha generado controversia debido al drástico cambio en su postura hacia Rusia y Ucrania desde que asumió el cargo bajo la administración del expresidente Donald Trump. Rubio, quien previamente calificó a Vladimir Putin como un "gangster", "matón" y "criminal de guerra", ha suavizado su retórica y se ha alineado con las prioridades de política exterior promovidas por Trump, dejando atrás gran parte de su antiguo apoyo a Ucrania.

Los cambios en su visión política sobre el conflicto en Europa del Este han quedado evidenciados en una serie de declaraciones y momentos clave a lo largo de los años. En 2014, tras la anexión de Crimea, Rubio defendió la ayuda a Ucrania recordando las garantías de seguridad prometidas a ese país en 1994, cuando accedió a desmantelar su arsenal nuclear. Luego, en 2015, durante la campaña presidencial republicana, se comprometió a tratar a Putin con firmeza y categorizó al líder ruso como un "criminal de guerra". Esta postura agresiva hacia Moscú prevaleció aún en 2017, cuando sugirió que identificar los crímenes de guerra de Putin "debería ser fácil".

Sin embargo, los avances del conflicto en Ucrania y la llegada de Rubio al círculo cercano de Trump marcaron un giro en su enfoque. En marzo de 2022, a raíz de la invasión rusa de Ucrania, el ahora secretario instó al gobierno de Biden a brindar un apoyo claro a Kiev. No obstante, para mayo de 2024 comenzaron a verse señales de un cambio de paradigma, cuando aunque calificó a Putin como "tirano", adoptó una actitud más distante hacia el respaldo abierto a Ucrania.

Ya en 2025, una vez confirmado como secretario de Estado, Rubio abogó por concesiones mutuas entre Rusia, Ucrania y los Estados Unidos para resolver el conflicto. Su actitud durante la reunión entre Trump y el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy en febrero de ese año, en la que no intervino ante las demandas de Trump hacia Zelenskyy de mayor gratitud, le acarreó críticas públicas y en redes sociales, donde fue apodado "el cadáver en el sofá". En marzo del mismo año, Rubio se refirió al conflicto en Ucrania como "una guerra por poderes entre potencias nucleares", ajustándose a la caracterización promovida por Trump.

Este cambio de tono y postura refleja un ajuste significativo en la política exterior estadounidense bajo el prisma de la agenda "América primero". La administración Trump ha buscado priorizar sus propios intereses y reducir la implicación directa en conflictos internacionales, mientras busca una normalización de relaciones con Moscú, incluso a costa de restringir el apoyo militar y financiero a Ucrania, un país que desde 2014 ha enfrentado la agresión y ocupación de Rusia.

La evolución de Rubio en temas de política internacional genera un debate interno en Washington, donde sus críticos consideran que ha traicionado sus antiguas convicciones para alinearse con la estrategia de Trump. Por otro lado, sus partidarios defienden el enfoque más pragmático como un intento por rebajar tensiones en un escenario de alta volatilidad y riesgo global. Independientemente de la postura, resulta claro que el secretario de Estado ya no ocupa el mismo lugar de alta crítica hacia Rusia que sostuvo durante más de una década.

En marzo de 2022, cuando Rubio todavía criticaba fuertemente a Rusia, insistió en que siempre debía existir "un estado ucraniano legítimo". Sin embargo, tres años después, su retórica había cambiado drásticamente, enfocándose en las concesiones necesarias para finalizar el conflicto.

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