Bill Ackman, reconocido multimillonario y gestor de fondos de cobertura, ha solicitado públicamente al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, implementar una pausa de 90 días en los aranceles comerciales impuestos recientemente. Ackman expresó su preocupación de que los aranceles puedan desatar lo que describió como una "guerra económica nuclear", afectando severamente la economía nacional e internacional.
De acuerdo con Ackman, las medidas arancelarias actuales han generado ya una caída significativa en el mercado financiero, estimada en $6 billones en el valor de las acciones estadounidenses. Este impacto no solo se limita a Estados Unidos, ya que también los mercados de Asia y Europa han sufrido caídas relevantes, aumentando la incertidumbre económica global.
Trump ha aplicado tarifas del 10% de manera generalizada y hasta del 50% en cerca de 60 países. Estas tasas más altas están programadas para entrar en vigor en abril de 2025. El presidente ha defendido consistentemente estas políticas comerciales, argumentando que son esenciales para corregir lo que describió como un sistema comercial injusto que ha perjudicado a EE.UU. Sin embargo, Trump admitió que ha sostenido conversaciones con líderes europeos y asiáticos, quienes han solicitado reconsiderar los aranceles. A pesar de ello, el mandatario dejó en claro que cualquier reconsideración estaría condicionada al pago de sumas significativas por parte de estos países.
Diversos expertos han externado preocupación por los efectos potenciales de estos aranceles. Jamie Dimon, presidente de JPMorgan Chase, advirtió que estas medidas podrían traducirse en un incremento en los precios para los consumidores estadounidenses. Por su parte, Larry Fink, CEO de BlackRock, destacó que la mayoría de los líderes empresariales ya sienten que EE.UU. enfrenta una recesión en curso, respaldándose en un informe de Goldman Sachs que calcula una probabilidad del 45% de recesión en el próximo año.
Ackman también advirtió sobre otros riesgos: una paralización en la inversión empresarial, desaceleración del consumo y un deterioro en la percepción de Estados Unidos como un socio económico confiable. Estos factores podrían derivar en una recesión de alcance global si no se toman medidas correctivas. Además, subrayó que las empresas podrían suspender inversiones y contrataciones mientras prevalezca esta incertidumbre.
Una de las propuestas de Bill Ackman consiste en un "tiempo muerto" de 90 días para entablar negociaciones con los socios comerciales de EE.UU., con el fin de revisar las políticas aplicadas. En una publicación en X, anteriormente conocido como Twitter, criticó las tarifas impuestas por ser, en sus palabras, "confusas" y posiblemente basadas en déficits comerciales más que en reciprocidad o una lógica económica clara.
Dentro del panorama internacional, estas medidas arancelarias han generado tensiones. La Unión Europea ofreció eliminar los aranceles aplicados a bienes industriales bajo la condición de que EE.UU. haga lo mismo. China, por su parte, ha respondido con aranceles como represalia, a lo que Trump ha señalado la posibilidad de instaurar un arancel adicional del 50% sobre productos chinos si estas tarifas recíprocas no se eliminan.
La creciente incertidumbre en torno a la dirección de la política comercial de EE.UU. y sus implicaciones continuarán siendo un punto de atención crucial tanto para economías locales como globales.
El término "guerra económica nuclear" utilizado por Bill Ackman, ilustra el nivel de devastación económica que él considera que estas políticas arancelarias podrían generar si persisten sin revisión.