Apple ha acordado pagar 95 millones de dólares para resolver una demanda colectiva en Estados Unidos que acusaba a su asistente de voz, Siri, de activar de manera inadvertida y grabar conversaciones privadas sin el consentimiento de los usuarios. Las grabaciones, alegan los demandantes, fueron escuchadas luego por contratistas de Apple para fines de control de calidad.
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El monto acordado será distribuido entre los propietarios de dispositivos Apple habilitados para Siri comprados entre el 17 de septiembre de 2014 y el 31 de diciembre de 2024. La compensación podría alcanzar hasta 20 dólares por dispositivo, con un máximo de cinco dispositivos por usuario, lo que incluye iPhones, iPads, Apple Watches, MacBooks, iMacs, HomePods, iPod touches y Apple TVs. Para ser elegibles, los usuarios deben declarar bajo juramento que Siri se activó accidentalmente durante conversaciones que consideraban confidenciales.
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Este acuerdo necesita todavía la aprobación de un juez, con la decisión prevista para el 14 de febrero de 2025. La controversia sobre Siri se originó en julio de 2019, cuando un informante reveló que el asistente de voz se activaba involuntariamente y grababa conversaciones sensibles, incluyendo discusiones médicas y momentos íntimos.
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Apple ha negado haber cometido irregularidades, afirmando que solo una parte mínima de las grabaciones fue compartida con contratistas. Los demandantes sostienen que estas grabaciones fueron usadas para mejorar la efectividad de la publicidad dirigida.
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La cantidad acordada, 95 millones de dólares, representa una fracción del desempeño financiero de Apple, que reportó ingresos de 94.9 mil millones de dólares solo en el trimestre que concluyó el 28 de septiembre de 2024. Además, los abogados de los demandantes esperan recibir hasta el 30% del acuerdo por honorarios y gastos, reduciendo así la cantidad neta para los reclamantes.
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En respuesta a la demanda, Apple se disculpó públicamente en agosto de 2019, y suspendió temporalmente su programa de evaluación de Siri. Posteriormente, implementó cambios en sus políticas, entre ellos la eliminación de grabaciones de audio y la posibilidad de que los usuarios opten por no compartirlas para control de calidad con la actualización iOS 13.2 en octubre de 2019.
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Esta demanda resalta preocupaciones más amplias acerca de la privacidad en la era digital y el uso de tecnologías de asistentes de voz. Empresas como Google y Amazon también enfrentan acusaciones similares sobre grabaciones sin consentimiento. En particular, Google tiene un caso pendiente en un tribunal federal en San José, California, relacionado con problemas similares.