Ciencia

Un Ejército de Virus Contra las Superbacterias: La Ciencia Recurre a la Fagoterapia para Combatir la Resistencia a los Antibióticos

La fagoterapia, que utiliza virus bacteriófagos para eliminar bacterias resistentes, resurge como una alternativa prometedora frente a las resistencias antimicrobianas, una de las mayores amenazas a la salud mundial según la OMS.

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Un Ejército de Virus Contra las Superbacterias: La Ciencia Recurre a la Fagoterapia para Combatir la Resistencia a los Antibióticos

La fagoterapia, que utiliza virus bacteriófagos para eliminar bacterias resistentes, resurge como una alternativa prometedora frente a las resistencias antimicrobianas, una de las mayores amenazas a la salud mundial según la OMS.

La fagoterapia podría ser una herramienta crucial en nuestra lucha contra las infecciones resistentes.

18/1/2025

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado que las resistencias a los antibióticos son una de las mayores amenazas para la salud mundial, proyectando que podrían causar la muerte de 208 millones de personas en los próximos 25 años. En respuesta a esta crisis, la fagoterapia ha emergido como una alternativa prometedora, utilizando virus bacteriófagos (fágos) para combatir bacterias resistentes.

Según una revisión publicada en The Lancet Infectious Diseases, la terapia con fágos mostró una mejoría clínica en el 79% de los casos y la erradicación de la bacteria en el 87% de los pacientes tratados. Los efectos adversos se registraron solo en un 7% de los casos, todos ellos de naturaleza leve. Una de las ventajas principales de los fágos es su especificidad, ya que atacan únicamente ciertas bacterias, reduciendo el daño a la flora bacteriana normal del cuerpo.

En infecciones tópicas, como las presentadas en úlceras o quemaduras, la fagoterapia ha demostrado una eficacia del 90%. Además, en infecciones por micobacterias, más del 50% de los pacientes mejoraron, según un estudio que analizó 20 casos.

El respaldo financiero y de investigación para la fagoterapia también va en aumento. Un consorcio internacional de investigadores, incluidos españoles, recibió 1,2 millones de euros de la Unión Europea para avanzar en el estudio de los fágos. Bélgica ya ha establecido un banco nacional de fágos, mientras que en Estados Unidos, la Universidad de California, San Diego, ha fundado el Centro de Terapias y Aplicaciones Innovadoras con Fágos.

La OMS informó en 2019 que aproximadamente 1,27 millones de muertes se atribuyeron a bacterias resistentes a antibióticos, con especies como Pseudomonas aeruginosa y Staphylococcus aureus siendo las más problemáticas. Las proyecciones indican que para 2050, las muertes causadas por bacterias resistentes superarán a las causadas por el cáncer.

Un estudio que involucró a 20 pacientes con infecciones por micobacterias reportó que no hubo reacciones adversas atribuibles a la fagoterapia. Además, 11 de esos pacientes mostraron respuestas clínicas o microbiológicas favorables. Un caso destacado es el de un paciente con fibrosis quística y una infección diseminada por Mycobacterium abscessus; tratado con un cóctel de tres fágos, resultó en la eliminación de la cepa infecciosa y en una mejora general de su condición.

A pesar de sus prometedores resultados, la fagoterapia enfrenta desafíos regulatorios y un nivel actual de conocimiento limitado, lo que restringe su expansión. La personalización del tratamiento es fundamental, ya que cada fago o cóctel debe ser adaptado a la bacteria específica del paciente. Adicionalmente, se ha documentado que algunas bacterias pueden desarrollar resistencia a los fágos, lo que podría disminuir la efectividad del tratamiento con el tiempo.

La fagoterapia representa una alternativa viable y esperanzadora en la batalla contra las infecciones bacterianas resistentes. Un número creciente de estudios y casos clínicos respalda su uso, aunque es crucial continuar investigando y mejorando la comprensión de su aplicación clínica para una implementación más amplia y efectiva. La fagoterapia no es una técnica nueva; fue descubierta hace más de un siglo y utilizada extensamente antes del desarrollo de los antibióticos.

Algo Curioso

La fagoterapia podría ser una herramienta crucial en nuestra lucha contra las infecciones resistentes.

Jan 18, 2025
Colglobal News

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado que las resistencias a los antibióticos son una de las mayores amenazas para la salud mundial, proyectando que podrían causar la muerte de 208 millones de personas en los próximos 25 años. En respuesta a esta crisis, la fagoterapia ha emergido como una alternativa prometedora, utilizando virus bacteriófagos (fágos) para combatir bacterias resistentes.

Según una revisión publicada en The Lancet Infectious Diseases, la terapia con fágos mostró una mejoría clínica en el 79% de los casos y la erradicación de la bacteria en el 87% de los pacientes tratados. Los efectos adversos se registraron solo en un 7% de los casos, todos ellos de naturaleza leve. Una de las ventajas principales de los fágos es su especificidad, ya que atacan únicamente ciertas bacterias, reduciendo el daño a la flora bacteriana normal del cuerpo.

En infecciones tópicas, como las presentadas en úlceras o quemaduras, la fagoterapia ha demostrado una eficacia del 90%. Además, en infecciones por micobacterias, más del 50% de los pacientes mejoraron, según un estudio que analizó 20 casos.

El respaldo financiero y de investigación para la fagoterapia también va en aumento. Un consorcio internacional de investigadores, incluidos españoles, recibió 1,2 millones de euros de la Unión Europea para avanzar en el estudio de los fágos. Bélgica ya ha establecido un banco nacional de fágos, mientras que en Estados Unidos, la Universidad de California, San Diego, ha fundado el Centro de Terapias y Aplicaciones Innovadoras con Fágos.

La OMS informó en 2019 que aproximadamente 1,27 millones de muertes se atribuyeron a bacterias resistentes a antibióticos, con especies como Pseudomonas aeruginosa y Staphylococcus aureus siendo las más problemáticas. Las proyecciones indican que para 2050, las muertes causadas por bacterias resistentes superarán a las causadas por el cáncer.

Un estudio que involucró a 20 pacientes con infecciones por micobacterias reportó que no hubo reacciones adversas atribuibles a la fagoterapia. Además, 11 de esos pacientes mostraron respuestas clínicas o microbiológicas favorables. Un caso destacado es el de un paciente con fibrosis quística y una infección diseminada por Mycobacterium abscessus; tratado con un cóctel de tres fágos, resultó en la eliminación de la cepa infecciosa y en una mejora general de su condición.

A pesar de sus prometedores resultados, la fagoterapia enfrenta desafíos regulatorios y un nivel actual de conocimiento limitado, lo que restringe su expansión. La personalización del tratamiento es fundamental, ya que cada fago o cóctel debe ser adaptado a la bacteria específica del paciente. Adicionalmente, se ha documentado que algunas bacterias pueden desarrollar resistencia a los fágos, lo que podría disminuir la efectividad del tratamiento con el tiempo.

La fagoterapia representa una alternativa viable y esperanzadora en la batalla contra las infecciones bacterianas resistentes. Un número creciente de estudios y casos clínicos respalda su uso, aunque es crucial continuar investigando y mejorando la comprensión de su aplicación clínica para una implementación más amplia y efectiva. La fagoterapia no es una técnica nueva; fue descubierta hace más de un siglo y utilizada extensamente antes del desarrollo de los antibióticos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado que las resistencias a los antibióticos son una de las mayores amenazas para la salud mundial, proyectando que podrían causar la muerte de 208 millones de personas en los próximos 25 años. En respuesta a esta crisis, la fagoterapia ha emergido como una alternativa prometedora, utilizando virus bacteriófagos (fágos) para combatir bacterias resistentes.

Según una revisión publicada en The Lancet Infectious Diseases, la terapia con fágos mostró una mejoría clínica en el 79% de los casos y la erradicación de la bacteria en el 87% de los pacientes tratados. Los efectos adversos se registraron solo en un 7% de los casos, todos ellos de naturaleza leve. Una de las ventajas principales de los fágos es su especificidad, ya que atacan únicamente ciertas bacterias, reduciendo el daño a la flora bacteriana normal del cuerpo.

En infecciones tópicas, como las presentadas en úlceras o quemaduras, la fagoterapia ha demostrado una eficacia del 90%. Además, en infecciones por micobacterias, más del 50% de los pacientes mejoraron, según un estudio que analizó 20 casos.

El respaldo financiero y de investigación para la fagoterapia también va en aumento. Un consorcio internacional de investigadores, incluidos españoles, recibió 1,2 millones de euros de la Unión Europea para avanzar en el estudio de los fágos. Bélgica ya ha establecido un banco nacional de fágos, mientras que en Estados Unidos, la Universidad de California, San Diego, ha fundado el Centro de Terapias y Aplicaciones Innovadoras con Fágos.

La OMS informó en 2019 que aproximadamente 1,27 millones de muertes se atribuyeron a bacterias resistentes a antibióticos, con especies como Pseudomonas aeruginosa y Staphylococcus aureus siendo las más problemáticas. Las proyecciones indican que para 2050, las muertes causadas por bacterias resistentes superarán a las causadas por el cáncer.

Un estudio que involucró a 20 pacientes con infecciones por micobacterias reportó que no hubo reacciones adversas atribuibles a la fagoterapia. Además, 11 de esos pacientes mostraron respuestas clínicas o microbiológicas favorables. Un caso destacado es el de un paciente con fibrosis quística y una infección diseminada por Mycobacterium abscessus; tratado con un cóctel de tres fágos, resultó en la eliminación de la cepa infecciosa y en una mejora general de su condición.

A pesar de sus prometedores resultados, la fagoterapia enfrenta desafíos regulatorios y un nivel actual de conocimiento limitado, lo que restringe su expansión. La personalización del tratamiento es fundamental, ya que cada fago o cóctel debe ser adaptado a la bacteria específica del paciente. Adicionalmente, se ha documentado que algunas bacterias pueden desarrollar resistencia a los fágos, lo que podría disminuir la efectividad del tratamiento con el tiempo.

La fagoterapia representa una alternativa viable y esperanzadora en la batalla contra las infecciones bacterianas resistentes. Un número creciente de estudios y casos clínicos respalda su uso, aunque es crucial continuar investigando y mejorando la comprensión de su aplicación clínica para una implementación más amplia y efectiva. La fagoterapia no es una técnica nueva; fue descubierta hace más de un siglo y utilizada extensamente antes del desarrollo de los antibióticos.

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