En su intervención en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, el presidente de EE. UU., Donald Trump, presentó una estrategia que combina incentivos fiscales y penalizaciones para alentar a las empresas globales a producir en Estados Unidos, lo que él describió como un enfoque de "zanahoria y palo".
Entre las principales promesas, Trump propuso reducir la tasa del impuesto corporativo del 21% al 15%, con el objetivo de proporcionar "entre los impuestos más bajos de cualquier nación en la Tierra" para las empresas que decidan establecer sus operaciones manufactureras en suelo estadounidense. Sin embargo, para implementar esta medida, será necesaria la aprobación del Congreso, controlado por los republicanos.
Adicionalmente, el presidente advirtió que las empresas que opten por fabricar productos fuera de EE. UU. enfrentarán tarifas significativas al intentar exportar esos productos al país. "Si no fabricas tu producto en América, que es tu prerrogativa, entonces, muy simplemente, tendrás que pagar una tarifa", enfatizó Trump.
En términos financieros, Trump calculó que las tarifas podrían generar "cientos de miles de millones de dólares, quizás trillones de dólares" para el Tesoro de EE. UU., lo que contribuiría tanto a la reducción de la deuda nacional como a la financiación de los recortes de impuestos.
Otro punto clave del discurso de Trump fue su compromiso de aumentar la producción de petróleo en EE. UU. y negociar con la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para bajar los precios del petróleo, que actualmente se sitúan en aproximadamente $77 por barril, con la intención de disminuir los costos de energía y combatir la inflación.
Con respecto a los intereses y regulaciones, Trump sugirió que una reducción en la inflación podría permitir que la Reserva Federal rebaje las tasas de interés, reduciendo así los costos de endeudamiento para empresas y consumidores. Además, prometió eliminar 10 regulaciones empresariales por cada nueva que se imponga durante su mandato.
En el ámbito de las relaciones internacionales, Trump criticó a la Unión Europea por tratar a EE. UU. "muy, muy injustamente" con sus regulaciones que afectan a las empresas estadounidenses. También expresó su deseo de mantener una "relación justa" con China, subrayando que EE. UU. no busca aprovecharse de la situación.
En el marco económico actual, Trump busca abordar problemas como la inflación, los altos impuestos, el estancamiento en la manufactura, la desaceleración del mercado laboral y las altas tasas de interés. No obstante, sus propuestas han sido recibidas con escepticismo por economistas que advierten que los aranceles podrían aumentar los costos para los consumidores estadounidenses y afectar el comercio global. El Foro Económico Mundial en Davos se celebra anualmente y reúne a líderes empresariales y políticos, así como a intelectuales y periodistas, con el objetivo de discutir temas y tendencias globales.