El gobierno de Nepal ha decidido aumentar las tarifas de los permisos para escalar el Monte Everest en un 36%, pasando de $11,000 a $15,000 (aproximadamente £12,000). Este es el primer incremento en casi diez años, según lo declaró Narayan Prasad Regmi, director general del Departamento de Turismo. Regmi señaló que la medida era necesaria debido a la falta de revisión de tarifas durante un período prolongado.
El Monte Everest, la montaña más alta del mundo con una altitud de 8,848 metros (29,029 pies), fue alcanzado por primera vez en 1953 por el neozelandés Sir Edmund Hillary y el sherpa Tenzing Norgay, siguiendo la ruta del South East Ridge o South Col. El nuevo costo de los permisos será efectivo a partir de septiembre y aplicará principalmente a la temporada de escalada de abril a mayo, la cual sigue la ruta estándar del South East Ridge o South Col. Esta ruta, conocida por haber sido pionera por Sir Edmund Hillary y el sherpa Tenzing Norgay en 1953, es una de las más demandadas por los escaladores.
Además, las tarifas para las temporadas menos populares también sufrirán un incremento del 36%. Así, los permisos para escalar de septiembre a noviembre se fijarán en $7,500, y los de diciembre a febrero en $3,750.
Se estima que cada año se emiten alrededor de 300 permisos para escalar el Everest. Varios organizadores de expediciones, como Lukas Furtenbach de Furtenbach Adventures, han expresado que este incremento era esperado y lo consideran un paso comprensible por parte del gobierno nepalí. Sin embargo, Regmi no precisó cómo se utilizarán los ingresos adicionales generados por este aumento.
Nepal alberga ocho de las 14 montañas más altas del mundo y depende en gran medida de los ingresos obtenidos mediante permisos y otros gastos de los escaladores extranjeros. A pesar de las críticas respecto a la cantidad de escaladores permitidos y la falta de medidas para mantener la limpieza y seguridad en el Everest, Regmi destacó que se realizan campañas para recoger basura y asegurar la correcta fijación de cuerdas en la montaña.
Los escaladores han notado que el Everest se está volviendo cada vez más seco y rocoso, con menos nieve y precipitación, lo que podría estar relacionado con el cambio climático y otros cambios ambientales.