El primer debate presidencial entre Joe Biden y Donald Trump concluyó con un ataque frontal del magnate contra los lapsus del actual mandatario. Tras unos titubeos iniciales, Biden intentó remontar en la recta final. El republicano dominó el cara a cara, arremetiendo con toda su artillería y armado de mentiras sobre temas como la agenda migratoria y las guerras en Ucrania y Gaza, ensañándose con su contrincante en cada vacilación. "Creo que ni él mismo sabe lo que acaba de decir", lanzó Trump. "Eres un perdedor", replicó Biden poco después, en respuesta a una referencia despectiva de Trump sobre los veteranos e invocando a su hijo Beau, fallecido de un cáncer cerebral y que sirvió en Irak. Biden defendió las sentencias de los condenados por el asalto al Capitolio, enfatizando: "Los que están en la cárcel por el 6 de enero merecen estarlo", frente a la posición del republicano, que calificó la insurrección de "protesta pacífica".
El enfrentamiento entre Donald Trump y Joe Biden se destacó por un tono altamente confrontativo. Trump, de 78 años, criticó severamente a Biden, enfocando sus ataques en temas como inmigración, política exterior y economía. Biden, por su parte, trató de contrarrestar los embates enfocándose en el aborto y la protección de la democracia, aunque su desempeño fue criticado por sectores demócratas por considerarlo débil y poco contundente.
En el bloque sobre la crisis climática, Trump optó por respuestas vagas y generales, mientras que Biden intentó resaltar su legislación ambiental. Sin embargo, los momentos más agrios del debate surgieron cuando ambos candidatos se insultaron mutuamente. Trump llamó a Biden un "perdedor", mientras que Biden respondió llamándolo "idiota". Este tipo de descalificaciones provocaron reacciones divididas en el público y entre los analistas políticos.
Además de los insultos, la edad de ambos candidatos fue utilizada como arma durante el debate. Trump subrayó su agilidad mental en contraste con la de Biden, afirmando que su oponente, de 81 años, no está en condiciones para ejercer la presidencia. Biden, a su vez, tildó a Trump de "criminal" y cuestionó su moralidad, lo que elevó aún más la tensión entre ambos.
El tema de la aceptación de los resultados electorales también fue discutido. Trump manifestó estar dispuesto a aceptar los resultados si la elección es justa y legal, pero puso condiciones a su aceptación. Biden no logró diferenciarse claramente, lo cual generó dudas sobre su capacidad para enfrentar a Trump en futuros debates y su potencial eficacia como líder.