El 8 de abril de 2025, a las 12:34 a.m., el techo de la discoteca Jet Set en Santo Domingo se vino abajo durante la actuación del reconocido cantante de merengue Rubby Pérez. En ese momento, aproximadamente 300 personas asistían al evento. El suceso resultó en la muerte de al menos 66 personas, mientras que otras 160 resultaron heridas, algunas en estado crítico.
El rescate de los sobrevivientes estuvo liderado por el Centro de Operaciones de Emergencia (COE), dirigido por Juan Manuel Méndez, quien detalló que los equipos de emergencia trabajaron durante casi 12 horas tras el colapso. Utilizaron maquinaria pesada y herramientas manuales para remover los escombros en la búsqueda de personas atrapadas. A pesar de los esfuerzos iniciales, se sospecha que aún podrían quedar sobrevivientes bajo los restos de la estructura.

Entre las víctimas fatales se encuentran figuras destacadas, como Nelsy Cruz, gobernadora de Montecristi y hermana del exjugador de béisbol Nelson Cruz. También perdieron la vida los exjugadores de Grandes Ligas Octavio Dotel, quien fue rescatado pero falleció en una ambulancia camino al hospital, y Tony Blanco, cuyo deceso también fue confirmado. Rubby Pérez, que estaba cantando en el momento del derrumbe, sufrió heridas junto a legisladores y otros artistas reconocidos como Bray Vargas.
La respuesta médica incluyó el establecimiento de hospitales de campaña y centros de donación de sangre para atender la emergencia sanitaria derivada del colapso. Esto se hizo necesario dada la magnitud de los lesionados, destacando el nivel de coordinación entre los servicios de salud.
Aunque aún no se ha determinado la causa específica del colapso, se informó que el club había sufrido previamente un incendio en 2023, el cual se presume pudo haber comprometido la integridad estructural del edificio. Este antecedente forma parte de las líneas de investigación que actualmente mantienen abierta las autoridades competentes.

El presidente dominicano, Luis Abinader, expresó públicamente su solidaridad con las víctimas y sus familias, enfatizando que el gobierno está dirigiendo todos los recursos disponibles para asistir a los afectados. El área cercana al club fue organizada con una morgue temporal para facilitar la identificación de las víctimas, mientras los familiares de desaparecidos permanecieron en las cercanías esperando noticias de sus seres queridos.
Esta tragedia ha sido calificada como una de las más significativas en la historia reciente de República Dominicana. Las autoridades han destacado la importancia de realizar una investigación exhaustiva que determine las causas del colapso y evite que un suceso similar pueda repetirse en el futuro.