El 20 de diciembre de 2024, el Gobierno de Portugal, encabezado por el primer ministro conservador Luís Montenegro, adoptó una controvertida medida legislativa que restringe el acceso gratuito al Sistema Nacional de Salud (SNS) para inmigrantes irregulares y extranjeros no residentes. Esta nueva legislación, que permitirá a los inmigrantes sin papeles acceder a la sanidad pública únicamente en casos de urgencia médica, fue aprobada con el respaldo de la coalición Alianza Democrática y del partido de ultraderecha Chega.
‍

Miguel Guimarães, diputado del Partido Social Demócrata (PSD), defendió la ley argumentando que busca enmendar lo que considera un "grave error" del Gobierno anterior del Partido Socialista, que había facilitado el acceso gratuito a los servicios de salud para todos los ciudadanos del mundo sin distinción. La argumentación central de la propuesta es enfrentar el supuesto "uso abusivo" de los servicios de salud por parte de extranjeros no residentes.
‍

El contexto político en el que se aprueba esta ley está marcado por una creciente presión para abordar los desafíos relacionados con la inmigración y la seguridad ciudadana. Estos temas han sido puntos clave en la agenda política del partido de ultraderecha Chega, que obtuvo más de un millón de votos en las recientes elecciones, reflejando su influencia en la política del Gobierno actual. Recientemente, una operación policial en Martim Moniz, que contó con el registro de 30 personas y la detención de dos individuos, fue parte de una "operación especial de prevención delictiva" y también pone de manifiesto este enfoque de control gubernamental.
‍

La reacción ante la aprobación de esta ley ha sido mixta. El Partido Socialista, como principal fuerza de oposición, ha llamado a una supervisión continua del acceso a la sanidad para recabar datos sobre el impacto de la medida, mientras también ha sugerido que puede haber existido abuso del sistema. Alexandra Leitão, presidenta del grupo parlamentario socialista, ha marcado su inquietud sobre la posible inconstitucionalidad de la ley. Los partidos de izquierda, incluido el Bloco de Esquerda y el Partido Comunista Portugués, han condenado la nueva política, acusando al Gobierno de llevar a cabo una agenda de extrema derecha.
‍

Críticos de la medida han señalado la falta de datos empíricos que demuestren el impacto significativo de la atención sanitaria de los extranjeros en el sistema público de salud. Sin embargo, André Ventura, líder del partido Chega, justificó la necesidad de esta ley, alegando que extranjeros provenientes de países con ingresos superiores a los de Portugal están utilizando el SNS para recibir tratamientos médicos.
‍

Este cambio legislativo supone un enfoque más estricto en la política de salud pública en Portugal y tiene un impacto directo sobre la población inmigrante irregular, reflejando una postura gubernamental más dura hacia la inmigración. El Sistema Nacional de Salud (SNS) de Portugal fue fundado en 1979 y ha sido considerado uno de los pilares del bienestar social en el país, ofreciendo cobertura sanitaria universal a todos sus residentes permanentes.