Elon Musk, CEO de Tesla y SpaceX, ha desencadenado una tormenta política en Alemania luego de declarar públicamente su apoyo al partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD). A través de su plataforma social X, donde tiene más de 200 millones de seguidores, Musk afirmó que “solo la AfD puede salvar Alemania”. Esta afirmación fue acompañada por un repost de un video de la influencer alemana Naomi Seibt, quien criticó a Friedrich Merz, líder de los democristianos, y elogió a Javier Milei, presidente libertario de Argentina.
La repercusión en el ámbito político alemán ha sido inmediata y contundente. El ministro de Salud, Karl Lauterbach, describió las declaraciones de Musk como “indignas y problemáticas”, insinuando que podrían ser una forma de interferencia electoral. Las elecciones anticipadas en Alemania están programadas para el 23 de febrero de 2025, surgidas tras la caída de la coalición de centro-izquierda liderada por Olaf Scholz en noviembre. En las encuestas, la AfD se sitúa en el segundo lugar, lo que ha provocado alarma entre los partidos tradicionales, que han reiterado su compromiso de no colaborar con la AfD a nivel nacional.
El canciller Olaf Scholz respondió indirectamente a Musk, señalando que “la libertad de expresión también permite que se digan cosas incorrectas”. Además, Musk no dudó en arremeter contra Scholz tras un ataque terrorista en un mercado navideño en Magdeburgo, insinuando que debía renunciar al cargo.
Alice Weidel, líder de la AfD y candidata a canciller, no tardó en celebrar el respaldo de Musk, calificándolo como un “regalo de Navidad adelantado”. Weidel también aprovechó para criticar a la ex canciller Angela Merkel y a la Unión Europea, a las que acusó de perjudicar a Alemania.
Cabe destacar que el partido AfD ha sido objeto de vigilancia por parte de los servicios de inteligencia alemanes debido a sus vínculos con el extremismo de derecha. En mayo, fue expulsado de un grupo parlamentario europeo de extrema derecha tras comentarios controvertidos de sus miembros.
Christian Lindner, dirigente de los liberales (FDP), también se pronunció sobre el apoyo de Musk, advirtiendo que la AfD es un partido extremista que se opone a la libertad y los negocios. Lindner, quien fue apartado de su cargo como ministro de Finanzas por Scholz, recomendó a Musk no apresurarse a emitir juicios desde lejos.
La intervención de Musk ha intensificado el debate sobre la influencia de actores externos en la política alemana, especialmente en un momento crucial antes de las elecciones anticipadas. A pesar de su creciente apoyo en las encuestas, la AfD sigue siendo un partido excluido del consenso democrático en Alemania.