En las playas de Newfoundland, Canadá, han surgido misteriosos blobs blancos que han desconcertado tanto a residentes como a científicos marinos. Estos objetos, descritos como viscosos por fuera, firmes y esponjosos por dentro, y sorpresivamente combustibles, han captado la atención pública después de que un miembro del grupo de Facebook "Beachcombers of Newfoundland and Labrador", que cuenta con 40,000 miembros, compartiera una imagen de uno de ellos, comparándolo con la masa utilizada para hacer toutons, un típico platillo frito de la región.
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Los blobs varían en tamaño desde el de un plato de cena hasta el de una moneda de dos dólares canadienses (toonie). Un gran número de estas formaciones, descritas por el residente Dave McGrath como similares a panqueques antes de ser volteados, aparecieron a lo largo de la costa abarrotando una franja de 46 km (28 millas). La Guardia Costera fue alertada, aunque aún se desconoce su naturaleza exacta y si presentan algún peligro tóxico.
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Investigaciones preliminares descartaron que los blobs sean hidrocarburos, lubricantes de petróleo o biocombustibles. Sin embargo, su composición sigue siendo un enigma. Algunas teorías sugieren que podrían ser desechos de barcos que navegan hacia o desde la refinería Come By Chance, ubicada a 80 km al norte de Patrick’s Cove. Este incidente ha llevado a los científicos federales a profundizar en las investigaciones, aunque se espera que los resultados tarden varios meses en concretarse.
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Esta no es la primera vez que se presentan fenómenos similares en la región. En 2001, un blob apodado “Blobster” fue hallado en Fortune Bay, el cual resultó ser parte de un cadáver en descomposición de una ballena esperma. A pesar de esto, los recientes blobs no parecen estar relacionados con ballenas, aunque se han barajado hipótesis que los relacionan con “mocos de ballena” o “vómito de ballena”.
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El fenómeno ha dejado perplejos a los científicos, quienes siguen trabajando para dilucidar la composición y origen de estos objetos inusuales. Por ahora, se espera obtener más claridad sobre el asunto mientras la comunidad local se mantiene en expectativa y curiosidad.
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Como nota anecdótica, un residente sugirió humorísticamente freír los blobs y probarlos con melaza, reflejando el tono ligero que algunos han adoptado ante el misterio.