Un informe reciente de la Comisión de Salud Pública de The Lancet resalta que el juego se ha convertido en una problemática de salud pública a nivel global. El estudio, encabezado por la experta en salud pública Heather Wardle, expone que alrededor de 450 millones de personas en el mundo presentan al menos un síntoma conductual relacionado con el juego. Asimismo, 80 millones sufren un trastorno por juego, una condición mental que se caracteriza por la repetición compulsiva de apuestas a pesar de sus consecuencias negativas.
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El informe contiene cifras alarmantes, indicando que el 46% de los adultos y el 18% de los adolescentes en todo el planeta han participado en actividades de juego en el último año. Este problema es aún más grave entre los usuarios de productos de casino en línea, donde la tasa de trastorno por juego es del 15.8% entre adultos y 26.4% entre adolescentes. Aquellos que se inclinan por las apuestas deportivas también muestran cifras preocupantes, con tasas de 8.9% para adultos y 16.3% para adolescentes afectados por trastornos relacionados al juego.
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El impacto del juego no se limita a problemas financieros; también incluye serias repercusiones en la salud física y mental de los individuos, deterioro de las relaciones familiares, incremento del riesgo de suicidio, violencia doméstica y aumento en la criminalidad. El reporte subraya que, por cada persona con problemas de juego, se estima que seis personas más se ven negativamente afectadas.
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Particularmente, los adolescentes y los niños son grupos vulnerables, ya que están expuestos constantemente a la publicidad de productos de juego a través de plataformas digitales y videojuegos. Esta exposición temprana se correlaciona con un mayor riesgo de desarrollar trastornos relacionados con el juego en la adultez.
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Los expertos hacen un llamado urgente a los gobiernos para que traten el juego como un problema de salud pública, similar al control de sustancias como el alcohol y el tabaco. Se recomienda implementar regulaciones más estrictas que limiten la disponibilidad y la promoción de estos productos y que ofrezcan apoyo y tratamiento accesible para aquellos que sufren los efectos perjudiciales del juego.