Ciencia

Humanos, Principal Causa de la Extinción de Megafauna Según Nuevo Estudio

Un estudio recién publicado sugiere que la acción humana tuvo un papel significativo en la extinción de casi 200 especies de megafauna entre hace 50,000 y 10,000 años, señalando al Homo sapiens como el principal responsable.

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Humanos, Principal Causa de la Extinción de Megafauna Según Nuevo Estudio

Un estudio recién publicado sugiere que la acción humana tuvo un papel significativo en la extinción de casi 200 especies de megafauna entre hace 50,000 y 10,000 años, señalando al Homo sapiens como el principal responsable.

"Estos hallazgos subrayan la necesidad de esfuerzos de conservación activos para restaurar los equilibrios ecológicos y apoyar la biodiversidad", concluye el estudio.

7/7/2024

La Tierra, alguna vez hogar de animales gigantes como mamuts, perezosos y wombats, ha visto la desaparición de casi 200 de sus más grandes especies animales en los últimos 50,000 a 10,000 años. Un reciente estudio sugiere que los humanos fueron un factor determinante en estas extinciones. La investigación resalta la drástica reducción de los grandes mamíferos herbívoros, conocidos como megaherbívoros, pues de las 57 especies que vivieron hace 50,000 años, solo 11 sobreviven hoy.

El estudio, publicado en Cambridge Prisms: Extinction, aboga por que la caza y explotación humanas jugaron un papel crucial en la extinción de estas especies. Dado que los humanos cohabitaron con estos animales y tenían la capacidad de cazarlos efectivamente, la presión de caza se convirtió en un factor significativo que contribuyó a estas pérdidas. Además, el trabajo subraya que el cambio climático por sí solo no puede explicar el declive de la megafauna, ya que las extinciones también ocurrieron en zonas con climas estables.

En lugar del clima, la investigación destaca la explotación por parte de los humanos como principal causa, especialmente sobre especies con largos periodos de gestación y bajas tasas reproductivas, que las hacían particularmente vulnerables a la sobreexplotación. Esta vulnerabilidad llevada al extremo resultó en la desaparición selectiva de especies de megafauna, lo que transformó radicalmente los ecosistemas terrestres.

Esta extinción global, que se dio de manera prominente en el período Cuaternario tardío, ha dejado profundas consecuencias ecológicas. La pérdida de megafauna no solamente simplificó los faunas globalmente, sino que también reconfiguró los procesos tróficos, la ingeniería ambiental y la circulación energética de los ecosistemas terrestres.

Complementando este estudio, la investigación de Ben Marwick en Australia sugiere que los humanos estuvieron presentes en el paisaje australiano unos 65,000 años atrás, mucho antes de que la megafauna comenzara a mostrar signos de extinción. Este hallazgo podría desafiar la hipótesis de "sobreexplotación" de 1966, que postulaba que la llegada de humanos en distintas regiones estaba directamente ligada a la extinción de estos animales a través de la caza o competencia.

Finalmente, los autores del estudio publican que las evidencias recopiladas, que abarcan desde preferencias de hábitat, prácticas de caza humanas y datos climáticos, concluyen que los humanos desempeñaron un papel dominante en la extinción de la megafauna desde la desaparición de los dinosaurios hace 66 millones de años. De los 57 megaherbívoros que existían hace 50,000 años, solo 11 especies persisten hoy en día, mostrando el dramático impacto de las acciones humanas en la diversidad de vida animal.

Algo Curioso

"Estos hallazgos subrayan la necesidad de esfuerzos de conservación activos para restaurar los equilibrios ecológicos y apoyar la biodiversidad", concluye el estudio.

Jul 7, 2024
Colglobal News

La Tierra, alguna vez hogar de animales gigantes como mamuts, perezosos y wombats, ha visto la desaparición de casi 200 de sus más grandes especies animales en los últimos 50,000 a 10,000 años. Un reciente estudio sugiere que los humanos fueron un factor determinante en estas extinciones. La investigación resalta la drástica reducción de los grandes mamíferos herbívoros, conocidos como megaherbívoros, pues de las 57 especies que vivieron hace 50,000 años, solo 11 sobreviven hoy.

El estudio, publicado en Cambridge Prisms: Extinction, aboga por que la caza y explotación humanas jugaron un papel crucial en la extinción de estas especies. Dado que los humanos cohabitaron con estos animales y tenían la capacidad de cazarlos efectivamente, la presión de caza se convirtió en un factor significativo que contribuyó a estas pérdidas. Además, el trabajo subraya que el cambio climático por sí solo no puede explicar el declive de la megafauna, ya que las extinciones también ocurrieron en zonas con climas estables.

En lugar del clima, la investigación destaca la explotación por parte de los humanos como principal causa, especialmente sobre especies con largos periodos de gestación y bajas tasas reproductivas, que las hacían particularmente vulnerables a la sobreexplotación. Esta vulnerabilidad llevada al extremo resultó en la desaparición selectiva de especies de megafauna, lo que transformó radicalmente los ecosistemas terrestres.

Esta extinción global, que se dio de manera prominente en el período Cuaternario tardío, ha dejado profundas consecuencias ecológicas. La pérdida de megafauna no solamente simplificó los faunas globalmente, sino que también reconfiguró los procesos tróficos, la ingeniería ambiental y la circulación energética de los ecosistemas terrestres.

Complementando este estudio, la investigación de Ben Marwick en Australia sugiere que los humanos estuvieron presentes en el paisaje australiano unos 65,000 años atrás, mucho antes de que la megafauna comenzara a mostrar signos de extinción. Este hallazgo podría desafiar la hipótesis de "sobreexplotación" de 1966, que postulaba que la llegada de humanos en distintas regiones estaba directamente ligada a la extinción de estos animales a través de la caza o competencia.

Finalmente, los autores del estudio publican que las evidencias recopiladas, que abarcan desde preferencias de hábitat, prácticas de caza humanas y datos climáticos, concluyen que los humanos desempeñaron un papel dominante en la extinción de la megafauna desde la desaparición de los dinosaurios hace 66 millones de años. De los 57 megaherbívoros que existían hace 50,000 años, solo 11 especies persisten hoy en día, mostrando el dramático impacto de las acciones humanas en la diversidad de vida animal.

La Tierra, alguna vez hogar de animales gigantes como mamuts, perezosos y wombats, ha visto la desaparición de casi 200 de sus más grandes especies animales en los últimos 50,000 a 10,000 años. Un reciente estudio sugiere que los humanos fueron un factor determinante en estas extinciones. La investigación resalta la drástica reducción de los grandes mamíferos herbívoros, conocidos como megaherbívoros, pues de las 57 especies que vivieron hace 50,000 años, solo 11 sobreviven hoy.

El estudio, publicado en Cambridge Prisms: Extinction, aboga por que la caza y explotación humanas jugaron un papel crucial en la extinción de estas especies. Dado que los humanos cohabitaron con estos animales y tenían la capacidad de cazarlos efectivamente, la presión de caza se convirtió en un factor significativo que contribuyó a estas pérdidas. Además, el trabajo subraya que el cambio climático por sí solo no puede explicar el declive de la megafauna, ya que las extinciones también ocurrieron en zonas con climas estables.

En lugar del clima, la investigación destaca la explotación por parte de los humanos como principal causa, especialmente sobre especies con largos periodos de gestación y bajas tasas reproductivas, que las hacían particularmente vulnerables a la sobreexplotación. Esta vulnerabilidad llevada al extremo resultó en la desaparición selectiva de especies de megafauna, lo que transformó radicalmente los ecosistemas terrestres.

Esta extinción global, que se dio de manera prominente en el período Cuaternario tardío, ha dejado profundas consecuencias ecológicas. La pérdida de megafauna no solamente simplificó los faunas globalmente, sino que también reconfiguró los procesos tróficos, la ingeniería ambiental y la circulación energética de los ecosistemas terrestres.

Complementando este estudio, la investigación de Ben Marwick en Australia sugiere que los humanos estuvieron presentes en el paisaje australiano unos 65,000 años atrás, mucho antes de que la megafauna comenzara a mostrar signos de extinción. Este hallazgo podría desafiar la hipótesis de "sobreexplotación" de 1966, que postulaba que la llegada de humanos en distintas regiones estaba directamente ligada a la extinción de estos animales a través de la caza o competencia.

Finalmente, los autores del estudio publican que las evidencias recopiladas, que abarcan desde preferencias de hábitat, prácticas de caza humanas y datos climáticos, concluyen que los humanos desempeñaron un papel dominante en la extinción de la megafauna desde la desaparición de los dinosaurios hace 66 millones de años. De los 57 megaherbívoros que existían hace 50,000 años, solo 11 especies persisten hoy en día, mostrando el dramático impacto de las acciones humanas en la diversidad de vida animal.

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