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Más de 200 Muertos y Cientos de Desaparecidos: Helene se Convierte en el Huracán Más Mortífero en EE.UU. Desde Katrina

El huracán Helene, que tocó tierra en Florida el 26 de septiembre de 2024, ha generado una catástrofe en el sureste de Estados Unidos, con un saldo de al menos 215 fallecidos, convirtiéndose en el ciclón más letal desde el huracán Katrina en 2005.

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Más de 200 Muertos y Cientos de Desaparecidos: Helene se Convierte en el Huracán Más Mortífero en EE.UU. Desde Katrina

El huracán Helene, que tocó tierra en Florida el 26 de septiembre de 2024, ha generado una catástrofe en el sureste de Estados Unidos, con un saldo de al menos 215 fallecidos, convirtiéndose en el ciclón más letal desde el huracán Katrina en 2005.

"La devastación es indescriptible, parece un apocalipsis"

- Describieron residentes afectados.

5/10/2024

El huracán Helene ha dejado una marca indeleble en el sureste de Estados Unidos, tras tocar tierra en Florida el 26 de septiembre de 2024. Con un saldo devastador de al menos 215 muertos, Helene se convierte en el ciclón más mortífero desde el terrible huracán Katrina en 2005, quien dejó una huella imborrable en la memoria colectiva.

La mayoría de las muertes han sido reportadas en Carolina del Norte, con más de 72 personas fallecidas. Adicionalmente, los estados de Carolina del Sur y Georgia también han registrado víctimas mortales, incrementando aún más la trágica cifra.

La situación se complica aún más con la denuncia de cientos de desaparecidos, principalmente en Carolina del Norte, donde se estima que más de 200 personas permanecen sin ser localizadas. Este número continúa fluctuando conforme avanza la comunicación con los residentes.

El impacto del huracán ha dejado a aproximadamente un millón de hogares sin electricidad, sumados a la carencia de agua potable y las fallas severas en las telecomunicaciones que afectan la comunicación y coordinación de los esfuerzos de rescate y ayuda.

Las operaciones de rescate se enfrentan a obstáculos significativos como ríos desbordados y deslizamientos de tierra, los cuales dificultan aún más el acceso a las áreas más afectadas. Los rescatistas han recurrido al uso de canoas y vehículos todoterreno para alcanzar a personas varadas, demostrando la magnitud de los desafíos que enfrentan.

En respuesta a la emergencia, el presidente Joe Biden ha declarado zonas de desastre en Florida, Georgia, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Virginia. Ha desplegado a 1,000 soldados para apoyar en las operaciones de rescate y distribución de ayuda.

La situación es crítica, y se esperan más lluvias en la región que podrían complicar aún más los esfuerzos de recuperación. Con la temporada de huracanes en el Atlántico aún vigente hasta finales de noviembre, las autoridades se mantienen en alerta ante posibles nuevas tormentas.

En términos de ayuda humanitaria, el gobierno federal ha enviado más de 8.8 millones de raciones de comida, 7.4 millones de litros de agua, 150 generadores y 225,000 lonas a las áreas más afectadas. Estas medidas buscan paliar la situación para los desplazados y facilitar la recuperación en las zonas devastadas.

Residentes de las áreas afectadas han descrito la magnitud del desastre como un "apocalipsis". Algunas personas han perdido a sus seres queridos en circunstancias trágicas, como en el caso de una pareja de ancianos que falleció cuando un árbol cayó sobre su casa.

La búsqueda de los desaparecidos continúa, y los equipos de rescate están trabajando de forma incansable para alcanzar a las comunidades aisladas. Las autoridades instan a la población a mantenerse alerta y preparados ante posibles nuevas tormentas que podrían agravar aún más la situación.

Algo Curioso
El huracán Helene, al establecerse como el ciclón más mortífero desde Katrina, resalta la vulnerabilidad y los desafíos continuos que enfrentan las regiones propensas a los huracanes en Estados Unidos, incluso con avances en tecnología y preparación.

"La devastación es indescriptible, parece un apocalipsis"

- Describieron residentes afectados.

Oct 5, 2024
Colglobal News

El huracán Helene ha dejado una marca indeleble en el sureste de Estados Unidos, tras tocar tierra en Florida el 26 de septiembre de 2024. Con un saldo devastador de al menos 215 muertos, Helene se convierte en el ciclón más mortífero desde el terrible huracán Katrina en 2005, quien dejó una huella imborrable en la memoria colectiva.

La mayoría de las muertes han sido reportadas en Carolina del Norte, con más de 72 personas fallecidas. Adicionalmente, los estados de Carolina del Sur y Georgia también han registrado víctimas mortales, incrementando aún más la trágica cifra.

La situación se complica aún más con la denuncia de cientos de desaparecidos, principalmente en Carolina del Norte, donde se estima que más de 200 personas permanecen sin ser localizadas. Este número continúa fluctuando conforme avanza la comunicación con los residentes.

El impacto del huracán ha dejado a aproximadamente un millón de hogares sin electricidad, sumados a la carencia de agua potable y las fallas severas en las telecomunicaciones que afectan la comunicación y coordinación de los esfuerzos de rescate y ayuda.

Las operaciones de rescate se enfrentan a obstáculos significativos como ríos desbordados y deslizamientos de tierra, los cuales dificultan aún más el acceso a las áreas más afectadas. Los rescatistas han recurrido al uso de canoas y vehículos todoterreno para alcanzar a personas varadas, demostrando la magnitud de los desafíos que enfrentan.

En respuesta a la emergencia, el presidente Joe Biden ha declarado zonas de desastre en Florida, Georgia, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Virginia. Ha desplegado a 1,000 soldados para apoyar en las operaciones de rescate y distribución de ayuda.

La situación es crítica, y se esperan más lluvias en la región que podrían complicar aún más los esfuerzos de recuperación. Con la temporada de huracanes en el Atlántico aún vigente hasta finales de noviembre, las autoridades se mantienen en alerta ante posibles nuevas tormentas.

En términos de ayuda humanitaria, el gobierno federal ha enviado más de 8.8 millones de raciones de comida, 7.4 millones de litros de agua, 150 generadores y 225,000 lonas a las áreas más afectadas. Estas medidas buscan paliar la situación para los desplazados y facilitar la recuperación en las zonas devastadas.

Residentes de las áreas afectadas han descrito la magnitud del desastre como un "apocalipsis". Algunas personas han perdido a sus seres queridos en circunstancias trágicas, como en el caso de una pareja de ancianos que falleció cuando un árbol cayó sobre su casa.

La búsqueda de los desaparecidos continúa, y los equipos de rescate están trabajando de forma incansable para alcanzar a las comunidades aisladas. Las autoridades instan a la población a mantenerse alerta y preparados ante posibles nuevas tormentas que podrían agravar aún más la situación.

El huracán Helene ha dejado una marca indeleble en el sureste de Estados Unidos, tras tocar tierra en Florida el 26 de septiembre de 2024. Con un saldo devastador de al menos 215 muertos, Helene se convierte en el ciclón más mortífero desde el terrible huracán Katrina en 2005, quien dejó una huella imborrable en la memoria colectiva.

La mayoría de las muertes han sido reportadas en Carolina del Norte, con más de 72 personas fallecidas. Adicionalmente, los estados de Carolina del Sur y Georgia también han registrado víctimas mortales, incrementando aún más la trágica cifra.

La situación se complica aún más con la denuncia de cientos de desaparecidos, principalmente en Carolina del Norte, donde se estima que más de 200 personas permanecen sin ser localizadas. Este número continúa fluctuando conforme avanza la comunicación con los residentes.

El impacto del huracán ha dejado a aproximadamente un millón de hogares sin electricidad, sumados a la carencia de agua potable y las fallas severas en las telecomunicaciones que afectan la comunicación y coordinación de los esfuerzos de rescate y ayuda.

Las operaciones de rescate se enfrentan a obstáculos significativos como ríos desbordados y deslizamientos de tierra, los cuales dificultan aún más el acceso a las áreas más afectadas. Los rescatistas han recurrido al uso de canoas y vehículos todoterreno para alcanzar a personas varadas, demostrando la magnitud de los desafíos que enfrentan.

En respuesta a la emergencia, el presidente Joe Biden ha declarado zonas de desastre en Florida, Georgia, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Virginia. Ha desplegado a 1,000 soldados para apoyar en las operaciones de rescate y distribución de ayuda.

La situación es crítica, y se esperan más lluvias en la región que podrían complicar aún más los esfuerzos de recuperación. Con la temporada de huracanes en el Atlántico aún vigente hasta finales de noviembre, las autoridades se mantienen en alerta ante posibles nuevas tormentas.

En términos de ayuda humanitaria, el gobierno federal ha enviado más de 8.8 millones de raciones de comida, 7.4 millones de litros de agua, 150 generadores y 225,000 lonas a las áreas más afectadas. Estas medidas buscan paliar la situación para los desplazados y facilitar la recuperación en las zonas devastadas.

Residentes de las áreas afectadas han descrito la magnitud del desastre como un "apocalipsis". Algunas personas han perdido a sus seres queridos en circunstancias trágicas, como en el caso de una pareja de ancianos que falleció cuando un árbol cayó sobre su casa.

La búsqueda de los desaparecidos continúa, y los equipos de rescate están trabajando de forma incansable para alcanzar a las comunidades aisladas. Las autoridades instan a la población a mantenerse alerta y preparados ante posibles nuevas tormentas que podrían agravar aún más la situación.

Algo Curioso
El huracán Helene, al establecerse como el ciclón más mortífero desde Katrina, resalta la vulnerabilidad y los desafíos continuos que enfrentan las regiones propensas a los huracanes en Estados Unidos, incluso con avances en tecnología y preparación.

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