Ciencia

El Hallazgo de la Cabeza de un Tigre de Tasmania en el Armario de un Museo Podría Ser la Clave para su De-extinción

Un equipo de investigadores ha hallado una cabeza del tigre de Tasmania (thylacine) excepcionalmente bien conservada en un museo de Melbourne, conteniendo moléculas de ARN críticas para la reconstrucción de su genoma y abriendo la puerta a su posible de-extinción.

Ciencia

El Hallazgo de la Cabeza de un Tigre de Tasmania en el Armario de un Museo Podría Ser la Clave para su De-extinción

Un equipo de investigadores ha hallado una cabeza del tigre de Tasmania (thylacine) excepcionalmente bien conservada en un museo de Melbourne, conteniendo moléculas de ARN críticas para la reconstrucción de su genoma y abriendo la puerta a su posible de-extinción.

"Nuestros hallazgos representan un hito en la conservación biotecnológica y tienen el potencial de reescribir el futuro de la biodiversidad"

- Afirmó un portavoz de Colossal Biosciences.

19/10/2024

En un avance significativo para la biotecnología y la conservación, investigadores han descubierto un espécimen notablemente preservado de la cabeza de un tigre de Tasmania (thylacine) en el Museo de Melbourne. Este espécimen, almacenado durante aproximadamente 110 años en un frasco de etanol con la piel removida, contiene moléculas de ARN y ADN de alta calidad esenciales para la reconstrucción del genoma de la especie extinta.

Gracias a este descubrimiento, se ha logrado reconstruir el 99.9% del genoma del thylacine, convirtiéndose en el genoma antiguo más completo conocido hasta la fecha. Los científicos han identificado alrededor de 3 mil millones de piezas de información genética, con solo 45 brechas en el genoma. Se espera que el primer animal similar al tigre de Tasmania pueda nacer dentro de tres a cinco años, aunque no será un verdadero thylacine.

Este esfuerzo es financiado por Colossal Biosciences, una empresa de biotecnología con sede en Texas que ha recaudado 235 millones de dólares y emplea a 155 personas. La compañía está apoyando investigaciones en 13 laboratorios a nivel mundial, incluido el laboratorio Tigrr en la Universidad de Melbourne, donde se realiza gran parte del trabajo sobre el thylacine.

El tigre de Tasmania, el único depredador ápice marsupial de Australia, se extinguió en 1936 después de ser intensamente cazado tras la colonización europea. Su extinción fue oficialmente declarada en la década de 1980. El revivir esta especie no solo tiene el propósito de revertir su desaparición, sino también de desarrollar tecnologías que puedan aplicarse en la conservación de especies en peligro de extinción.

Estas investigaciones incluyen avances en tecnologías reproductivas artificiales para inducir la ovulación en marsupiales, facilitando programas de cría en cautiverio para otras especies amenazadas. Sin embargo, no todo el mundo en la comunidad científica apoya esta iniciativa sin reservas. Algunos expertos sugieren que los recursos destinados a revivir especies extintas podrían ser mejor utilizados en la conservación de especies aún vivas.

Además, se plantean cuestiones sobre cómo los thylacines revividos se comportarían y se adaptarían a los ecosistemas actuales, especialmente en ausencia de otros individuos de su especie de los cuales aprender comportamientos naturales.

En resumen, este avance en la de-extinción del tigre de Tasmania no solo representa un hito significativo en la biotecnología y la conservación, sino que también plantea importantes desafíos éticos y prácticos que la ciencia deberá abordar a medida que avanza en su lucha por preservar la biodiversidad.

Algo Curioso
El Museo de Melbourne alberga una de las pocas colecciones de tigres de Tasmania, que incluye varios especímenes conservados de este felino marsupial aclamado en su tiempo.

"Nuestros hallazgos representan un hito en la conservación biotecnológica y tienen el potencial de reescribir el futuro de la biodiversidad"

- Afirmó un portavoz de Colossal Biosciences.

Oct 19, 2024
Colglobal News

En un avance significativo para la biotecnología y la conservación, investigadores han descubierto un espécimen notablemente preservado de la cabeza de un tigre de Tasmania (thylacine) en el Museo de Melbourne. Este espécimen, almacenado durante aproximadamente 110 años en un frasco de etanol con la piel removida, contiene moléculas de ARN y ADN de alta calidad esenciales para la reconstrucción del genoma de la especie extinta.

Gracias a este descubrimiento, se ha logrado reconstruir el 99.9% del genoma del thylacine, convirtiéndose en el genoma antiguo más completo conocido hasta la fecha. Los científicos han identificado alrededor de 3 mil millones de piezas de información genética, con solo 45 brechas en el genoma. Se espera que el primer animal similar al tigre de Tasmania pueda nacer dentro de tres a cinco años, aunque no será un verdadero thylacine.

Este esfuerzo es financiado por Colossal Biosciences, una empresa de biotecnología con sede en Texas que ha recaudado 235 millones de dólares y emplea a 155 personas. La compañía está apoyando investigaciones en 13 laboratorios a nivel mundial, incluido el laboratorio Tigrr en la Universidad de Melbourne, donde se realiza gran parte del trabajo sobre el thylacine.

El tigre de Tasmania, el único depredador ápice marsupial de Australia, se extinguió en 1936 después de ser intensamente cazado tras la colonización europea. Su extinción fue oficialmente declarada en la década de 1980. El revivir esta especie no solo tiene el propósito de revertir su desaparición, sino también de desarrollar tecnologías que puedan aplicarse en la conservación de especies en peligro de extinción.

Estas investigaciones incluyen avances en tecnologías reproductivas artificiales para inducir la ovulación en marsupiales, facilitando programas de cría en cautiverio para otras especies amenazadas. Sin embargo, no todo el mundo en la comunidad científica apoya esta iniciativa sin reservas. Algunos expertos sugieren que los recursos destinados a revivir especies extintas podrían ser mejor utilizados en la conservación de especies aún vivas.

Además, se plantean cuestiones sobre cómo los thylacines revividos se comportarían y se adaptarían a los ecosistemas actuales, especialmente en ausencia de otros individuos de su especie de los cuales aprender comportamientos naturales.

En resumen, este avance en la de-extinción del tigre de Tasmania no solo representa un hito significativo en la biotecnología y la conservación, sino que también plantea importantes desafíos éticos y prácticos que la ciencia deberá abordar a medida que avanza en su lucha por preservar la biodiversidad.

En un avance significativo para la biotecnología y la conservación, investigadores han descubierto un espécimen notablemente preservado de la cabeza de un tigre de Tasmania (thylacine) en el Museo de Melbourne. Este espécimen, almacenado durante aproximadamente 110 años en un frasco de etanol con la piel removida, contiene moléculas de ARN y ADN de alta calidad esenciales para la reconstrucción del genoma de la especie extinta.

Gracias a este descubrimiento, se ha logrado reconstruir el 99.9% del genoma del thylacine, convirtiéndose en el genoma antiguo más completo conocido hasta la fecha. Los científicos han identificado alrededor de 3 mil millones de piezas de información genética, con solo 45 brechas en el genoma. Se espera que el primer animal similar al tigre de Tasmania pueda nacer dentro de tres a cinco años, aunque no será un verdadero thylacine.

Este esfuerzo es financiado por Colossal Biosciences, una empresa de biotecnología con sede en Texas que ha recaudado 235 millones de dólares y emplea a 155 personas. La compañía está apoyando investigaciones en 13 laboratorios a nivel mundial, incluido el laboratorio Tigrr en la Universidad de Melbourne, donde se realiza gran parte del trabajo sobre el thylacine.

El tigre de Tasmania, el único depredador ápice marsupial de Australia, se extinguió en 1936 después de ser intensamente cazado tras la colonización europea. Su extinción fue oficialmente declarada en la década de 1980. El revivir esta especie no solo tiene el propósito de revertir su desaparición, sino también de desarrollar tecnologías que puedan aplicarse en la conservación de especies en peligro de extinción.

Estas investigaciones incluyen avances en tecnologías reproductivas artificiales para inducir la ovulación en marsupiales, facilitando programas de cría en cautiverio para otras especies amenazadas. Sin embargo, no todo el mundo en la comunidad científica apoya esta iniciativa sin reservas. Algunos expertos sugieren que los recursos destinados a revivir especies extintas podrían ser mejor utilizados en la conservación de especies aún vivas.

Además, se plantean cuestiones sobre cómo los thylacines revividos se comportarían y se adaptarían a los ecosistemas actuales, especialmente en ausencia de otros individuos de su especie de los cuales aprender comportamientos naturales.

En resumen, este avance en la de-extinción del tigre de Tasmania no solo representa un hito significativo en la biotecnología y la conservación, sino que también plantea importantes desafíos éticos y prácticos que la ciencia deberá abordar a medida que avanza en su lucha por preservar la biodiversidad.

Algo Curioso
El Museo de Melbourne alberga una de las pocas colecciones de tigres de Tasmania, que incluye varios especímenes conservados de este felino marsupial aclamado en su tiempo.

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