El 24 de enero de 2025, el Departamento del Interior de Estados Unidos anunció oficialmente el cambio de nombre del Golfo de México y la montaña Denali, como parte de una serie de órdenes ejecutivas firmadas por el presidente Donald Trump en su primer día de mandato. El cambio de nombre a Golfo de América se implementará de inmediato en referencias federales, mientras que el renombramiento de Denali, la montaña más alta de América del Norte, revertirá su denominación a Monte McKinley.
El U.S. Board on Geographic Names será el encargado de actualizar el nomenclátor federal en el Geographic Names Information System para reflejar estos nuevos nombres. La medida fue anunciada en un comunicado del Departamento del Interior, que declaró que los cambios "reafirman el compromiso de la nación con la preservación del extraordinario patrimonio de Estados Unidos".
El cambio de nombres ha generado una variedad de reacciones. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, respondió a la propuesta de Trump sugiriendo humorísticamente que América del Norte debería ser renombrada como "América mexicana" durante una conferencia de prensa. Por otro lado, la senadora republicana Lisa Murkowski de Alaska criticó el cambio de nombre de Denali, recordando que Denali, en Koyukon Athabascan, significa "El Grande" y no debería ser cambiado.
El Golfo de México, ahora Golfo de América, es compartido por Estados Unidos y México, teniendo ambos países una cantidad casi igual de millas de costa en el área. La frontera marítima entre ambos comienza en el centro de la desembocadura del Río Grande y se extiende en una línea fija. Aunque el nuevo nombre no se espera que afecte oficialmente a la comunidad internacional, podría causar confusión en tratados y cartas náuticas donde el nombre "Golfo de México" ha sido utilizado durante al menos dos siglos.
Críticos académicos han expresado fuertes opiniones sobre estos cambios. La historiadora Karina Busto y el historiador Lorenzo Meyer Cosío han calificado la iniciativa de Trump como un "infantilismo imperial", considerando que refleja un desconocimiento de la historia y un intento de demostrar dominio sobre la región. Busto sugiere que el cambio de nombre podría ser un pretexto para mostrar poder político y geoestratégico en la zona.
Este cambio de nomenclatura se enmarca en un contexto político complejo, donde las decisiones de la administración Trump en su primer día al mando han generado reacciones tanto a nivel nacional como internacional. La decisión de renombrar el Golfo de México y Denali se une a una lista de medidas que han sido recibidas con controversia y debate.
El 24 de enero de 2025 marca una fecha clave con el anuncio oficial de estos cambios de nomenclatura. Con el cambio del Golfo de México a Golfo de América y la reversión del nombre de Denali a Monte McKinley, se sientan precedentes en la administración Trump que podrían influir en futuras políticas y relaciones diplomáticas.