El 26 de septiembre de 2024, en Shenzhen Bay Park, China, se realizó un impresionante espectáculo de drones que marcó el inicio de las festividades por el Día Nacional de China el próximo 1 de octubre. El evento estableció un nuevo récord mundial al conjuntar 10.197 drones, superando el récord anterior de 7.598 drones establecido el 3 de septiembre del mismo año.
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Este espectáculo no fue solo un despliegue de tecnología avanzada, sino también una celebración cultural y artística. Los drones formaron patrones intricados en el cielo, incluyendo una detallada representación de la ciudad de Shenzhen y escenas inspiradas en el arte marcial Wing Chun. La fusión de arte y tecnología destacó tanto la herencia cultural de Shenzhen como su innovación futura.
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El evento también incluyó la presentación de "fuegos artificiales cibernéticos", una innovadora combinación de luz y tecnología que sustituyó a los tradicionales fuegos artificiales. La exhibición logró dos impresionantes récords: el mayor número de drones controlados simultáneamente desde una sola computadora y la creación de la imagen aérea más grande hecha por drones.
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El espectáculo de drones de Shenzhen forma parte de una semana de celebraciones, durante la cual más de 10,000 drones iluminarán los cielos en diferentes distritos de la ciudad cada noche. La tecnología utilizada en este evento tiene aplicaciones que trascienden el entretenimiento, destacándose también en el ámbito militar, donde los enjambres de drones se utilizan para operaciones de vigilancia y combate.
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La exhibición generó un considerable revuelo en las redes sociales. Figuras prominentes, como Elon Musk, elogiaron el espectáculo, describiéndolo como "impresionante". Sin embargo, las preocupaciones sobre el uso potencial de drones en conflictos bélicos también surgieron, especialmente en el contexto de la guerra en Ucrania, donde se ha informado que muchos drones utilizados son de fabricación china.
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La capacidad demostrada por China en el ámbito de los drones no solo refleja sus avances técnicos, sino que también sugiere una transformación en la manera de celebrar eventos públicos, integrando tecnología avanzada con tradiciones culturales.