La Cámara de Representantes de Colombia aprobó la reforma laboral propuesta por el presidente Gustavo Petro, obteniendo 93 votos a favor y 13 en contra. Este avance busca recuperar derechos laborales para más de 10 millones de trabajadores formales en el país. Sin embargo, su aprobación estuvo matizada por la eliminación de tres artículos que proponían la creación de un contrato agropecuario, cuyo objetivo era formalizar a millones de campesinos y garantizarles al menos un salario mínimo.
Para que la reforma se convierta en ley, deberá superar dos debates adicionales en el Senado, empezando por la Comisión Séptima, la cual ha presentado dificultades en el pasado. La reforma incluye múltiples medidas clave diseñadas para mejorar las condiciones laborales en Colombia.
Una de las principales modificaciones es el inicio del recargo nocturno a las 7 de la noche, en lugar de las 9 de la noche, como se establece actualmente. Esta medida representa un cambio intermedio respecto a la propuesta inicial de iniciar el recargo a las 6 de la tarde. También se garantiza un pago del 100% por trabajo en días de descanso obligatorio, domingos y festivos, comparado con el 75% actual.
La licencia de paternidad se incrementará de dos semanas a cuatro semanas en 2026, con una transición a tres semanas en 2025. En cuanto a la regulación del trabajo en plataformas digitales, los trabajadores de Rappi y Uber Eats podrán clasificarse como dependientes o independientes, con diferentes obligaciones de seguridad social para las empresas.
Además, se laborizará el contrato de aprendizaje para jóvenes del SENA, asegurando un salario del 60% de un salario mínimo durante la fase lectiva y el 100% durante la práctica, junto con todas las prestaciones sociales. La reforma también aprueba siete circunstancias específicas en las que los trabajadores pueden solicitar licencias temporales sin afectar su salario, incluyendo asistencia a citas médicas y actividades sindicales.
Otra medida significativa es la prohibición de la tercerización. Se elimina la posibilidad de que las organizaciones de trabajadores ejecuten obras o presten servicios a terceros, fortaleciendo así la capacidad de organización de los sindicatos.
El presidente Petro criticó fuertemente la eliminación del contrato agropecuario de la reforma. Argumentó que esta decisión afectará el nivel de vida de los campesinos y podría aumentar la informalidad y la violencia en el país. En cambio, el presidente de la Sociedad de Agricultores Colombianos, Jorge Bedoya, celebró la eliminación del contrato agropecuario, defendiendo que ayudará a evitar complicaciones adicionales en la informalidad del campo.
Ahora, la reforma laboral enfrentará un camino incierto en el Senado, donde el gobierno de Petro deberá negociar con senadores que han mostrado resistencia a sus propuestas. Este proceso será clave para determinar si las reformas pueden implementarse plenamente y si los cambios propuestos impactarán positivamente en las vidas de millones de trabajadores colombianos.