El chip Taara, presentado por el equipo de Alphabet, se posiciona como una tecnología innovadora en el ámbito de la comunicación óptica. Este dispositivo, del tamaño de una uña, emplea haces de luz invisibles para transmitir datos, logrando velocidades de hasta 20 Gbps (gigabits por segundo) en distancias de hasta 20 kilómetros. Estos valores representan un avance significativo frente a soluciones similares disponibles anteriormente.
El funcionamiento de este chip se basa en un sistema de array óptico de fase que elimina la necesidad de componentes mecánicos voluminosos, característicos de generaciones anteriores como Taara Lightbridge, cuyos transmisores equivalían al tamaño de un semáforo. En lugar de depender de piezas mecánicas, el nuevo chip utiliza software para ajustar y controlar de manera precisa la dirección y forma del haz de luz, mejorando sustancialmente su eficiencia y precisión.
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En pruebas realizadas en entornos exteriores, el chip logró transmitir datos a una velocidad de hasta 10 Gbps en un rango de 1 kilómetro (0.62 millas), confirmando su potencial práctico en escenarios reales. Cada chip Taara integra cientos de diminutos emisores de luz que interactúan para moldear y dirigir los haces de luz según la necesidad, asegurando su versatilidad y aplicabilidad.
Hasta el momento, la tecnología Taara ha sido implementada en diversas comunidades de 13 países, entre ellos India, Nigeria, Sudáfrica, Zimbabue, Tanzania, Ruanda y Nueva Zelanda. Además, en Ghana y Kenia se lanzó la plataforma Taara Share, una solución que permite a los usuarios vender datos económicos y de alta velocidad mediante una app móvil y enrutadores instalados en sus propiedades, ampliando el acceso a Internet en regiones con poca o nula conectividad móvil.
El equipo detrás de Taara también ha esbozado planes para el desarrollo futuro de esta tecnología. Actualmente trabajan en una nueva versión del chip, que contará con miles de emisores de luz para extender sus capacidades y alcance. Este nuevo producto se prevé que estará disponible en 2026, consolidando a Taara como una solución prometedora frente a la creciente demanda de datos a nivel mundial.

La introducción de esta tecnología no solo apunta a cerrar la brecha en el acceso a Internet en regiones remotas, sino que también ha abierto oportunidades económicas, especialmente para emprendedores locales. El modelo de negocio asociado a Taara ha fomentado iniciativas rentables en comunidades que previamente carecían de infraestructuras de conectividad eficientes, destacando así su impacto social y práctico.
El concepto detrás de Taara proviene de la comunicación óptica, una solución que ofrece un ancho de banda mucho mayor, prácticamente ilimitado, en comparación con las tecnologías tradicionales basadas en radiofrecuencia.