Tesla ha emitido un recall para más de 1.8 millones de vehículos debido a un problema con el mecanismo de cierre del capó, que podría abrirse inesperadamente mientras se conduce. Este recall es el noveno de la compañía en 2024 y el cuarto desde 2022 que afecta a más de un millón de vehículos, resaltando los desafíos continuos en materia de seguridad que enfrenta la automotriz.
Los modelos incluidos en el recall son el Model 3, producido desde 2017; el Model S, desde 2013; el Model X, desde 2016; y el Model Y, desde 2020. El problema identificado radica en los interruptores del mecanismo de cierre del capó, que pueden estar deformados. Esta deformación puede impedir que el sistema notifique al conductor sobre un capó abierto, aumentando el riesgo de que este se abra completamente, obstruyendo la vista del conductor y elevando el riesgo de colisión.
Para corregir el problema, Tesla ha lanzado una actualización de software por aire (over-the-air). La compañía ha informado que las cartas de notificación a los propietarios de los vehículos afectados se enviarán el 22 de septiembre.
Esta situación se remonta a marzo, cuando Tesla comenzó a investigar informes de apertura inesperada del capó en vehículos Model 3 y Model Y en China. En junio, la investigación se extendió a otros mercados, incluyendo EE. UU. y Europa. Hasta la fecha, Tesla ha reportado tres incidentes relacionados con este problema en EE. UU., pero afortunadamente no se han registrado accidentes ni lesiones.
El impacto financiero del anuncio fue inmediato, con las acciones de Tesla cayendo un 2.10%, cotizando a $227.23 por acción. Desde el inicio del año, las acciones de la empresa han disminuido más del 8.5%.
Este recall es el mayor desde diciembre del año pasado, cuando Tesla retiró más de 2 millones de vehículos debido a preocupaciones de seguridad relacionadas con su sistema de piloto automático, un sistema que ha estado bajo investigación federal tras reportes de 467 colisiones, 13 de las cuales resultaron en muertes.
La serie de recalls subraya los desafíos continuos que Tesla enfrenta en cuanto a la seguridad de sus vehículos y la gestión de problemas técnicos. La empresa se esfuerza por asegurar que todas las unidades en el mercado cumplan con los estándares más altos de seguridad y fiabilidad, cumpliendo con su compromiso de ofrecer productos de máxima calidad a sus clientes. El recall más reciente de Tesla en diciembre del año pasado involucró más de 2 millones de vehículos debido a problemas con el sistema de piloto automático, lo que lo convierte en uno de los mayores recalls de vehículo en la historia automotriz.