Colombia

Periodista Nicolás Sánchez es Amenazado en Colombia por Investigar el Paramilitarismo

Nicolás Sánchez Arévalo, periodista colombiano de 31 años, ha recibido amenazas de muerte a través de Instagram tras la publicación de reportajes sobre la conexión entre el empresariado y el paramilitarismo en el país. Las amenazas provenientes de una cuenta identificada como “AUC” continúan mientras el medio Vorágine suspende publicaciones sobre el tema para proteger a su equipo.

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Periodista Nicolás Sánchez es Amenazado en Colombia por Investigar el Paramilitarismo

Nicolás Sánchez Arévalo, periodista colombiano de 31 años, ha recibido amenazas de muerte a través de Instagram tras la publicación de reportajes sobre la conexión entre el empresariado y el paramilitarismo en el país. Las amenazas provenientes de una cuenta identificada como “AUC” continúan mientras el medio Vorágine suspende publicaciones sobre el tema para proteger a su equipo.

"No soy un delator, mi trabajo se basa en la rigurosidad y el respeto hacia las fuentes"

- Expresó Nicolás Sánchez.

18/10/2024

Nicolás Sánchez Arévalo, un periodista colombiano de 31 años, se encuentra bajo amenazas de muerte luego de publicar varios reportajes sobre las conexiones entre el empresariado y el paramilitarismo en el país, un fenómeno que él denomina “la paraeconomía”. Las amenazas se han realizado a través de su cuenta personal de Instagram durante más de 30 horas, provenientes de una cuenta que se identifica como “AUC”, siglas referentes a las Autodefensas Unidas de Colombia.

Las intimidaciones comenzaron tras la publicación de investigaciones que revelan, entre otros hechos, la relación de la multinacional bananera Chiquita Brands con el paramilitarismo. En junio de 2023, un tribunal estadounidense condenó a Chiquita Brands a indemnizar a ocho familias de víctimas del paramilitarismo que la empresa había financiado durante décadas.

El 9 de octubre se registró la primera amenaza contra Sánchez con un mensaje que decía “Salte aquí”, un término coloquial en Colombia que implica delación. Posteriormente, las amenazas continuaron con solicitudes de seguimiento a personas cercanas a Sánchez y culminaron con un emoji de calavera. En respuesta a esta situación, el medio Vorágine, donde Sánchez trabaja, anunció el 10 de octubre que suspendería cualquier publicación relacionada con el paramilitarismo y el narcotráfico para garantizar la seguridad de su equipo.

El presidente Gustavo Petro, enterado del caso, ordenó activar rutas de seguridad para proteger a Sánchez y otros seis periodistas considerados de alto riesgo. En el transcurso de 2023, la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) ha reportado 164 amenazas a periodistas en Colombia, un aumento respecto a las 132 amenazas registradas durante 2022. En lo que va del año actual, dos periodistas han sido asesinados en Colombia: Jaime Vásquez y Mardonio Mejía Mendoza.

Sánchez ha estado investigando el fenómeno del paramilitarismo desde 2016, cuando se integró al equipo de Colombia2020 en El Espectador. Desde entonces, ha realizado múltiples visitas a la región del Urabá antioqueño, lugar donde se consolidó este fenómeno, y ha estudiado las cooperativas Convivir, que sirvieron como base para las autodefensas.

A pesar de las amenazas, Sánchez permanece firme en su deber periodístico, afirmando que no es un delator y que su enfoque está fundamentado en la rigurosidad y respeto hacia las fuentes. La FLIP ha brindado apoyo en los protocolos de denuncia y seguridad, aunque el periodista ha tenido que enfrentar comentarios insensibles sobre su situación.

Algo Curioso

"No soy un delator, mi trabajo se basa en la rigurosidad y el respeto hacia las fuentes"

- Expresó Nicolás Sánchez.

Oct 18, 2024
Colglobal News

Nicolás Sánchez Arévalo, un periodista colombiano de 31 años, se encuentra bajo amenazas de muerte luego de publicar varios reportajes sobre las conexiones entre el empresariado y el paramilitarismo en el país, un fenómeno que él denomina “la paraeconomía”. Las amenazas se han realizado a través de su cuenta personal de Instagram durante más de 30 horas, provenientes de una cuenta que se identifica como “AUC”, siglas referentes a las Autodefensas Unidas de Colombia.

Las intimidaciones comenzaron tras la publicación de investigaciones que revelan, entre otros hechos, la relación de la multinacional bananera Chiquita Brands con el paramilitarismo. En junio de 2023, un tribunal estadounidense condenó a Chiquita Brands a indemnizar a ocho familias de víctimas del paramilitarismo que la empresa había financiado durante décadas.

El 9 de octubre se registró la primera amenaza contra Sánchez con un mensaje que decía “Salte aquí”, un término coloquial en Colombia que implica delación. Posteriormente, las amenazas continuaron con solicitudes de seguimiento a personas cercanas a Sánchez y culminaron con un emoji de calavera. En respuesta a esta situación, el medio Vorágine, donde Sánchez trabaja, anunció el 10 de octubre que suspendería cualquier publicación relacionada con el paramilitarismo y el narcotráfico para garantizar la seguridad de su equipo.

El presidente Gustavo Petro, enterado del caso, ordenó activar rutas de seguridad para proteger a Sánchez y otros seis periodistas considerados de alto riesgo. En el transcurso de 2023, la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) ha reportado 164 amenazas a periodistas en Colombia, un aumento respecto a las 132 amenazas registradas durante 2022. En lo que va del año actual, dos periodistas han sido asesinados en Colombia: Jaime Vásquez y Mardonio Mejía Mendoza.

Sánchez ha estado investigando el fenómeno del paramilitarismo desde 2016, cuando se integró al equipo de Colombia2020 en El Espectador. Desde entonces, ha realizado múltiples visitas a la región del Urabá antioqueño, lugar donde se consolidó este fenómeno, y ha estudiado las cooperativas Convivir, que sirvieron como base para las autodefensas.

A pesar de las amenazas, Sánchez permanece firme en su deber periodístico, afirmando que no es un delator y que su enfoque está fundamentado en la rigurosidad y respeto hacia las fuentes. La FLIP ha brindado apoyo en los protocolos de denuncia y seguridad, aunque el periodista ha tenido que enfrentar comentarios insensibles sobre su situación.

Nicolás Sánchez Arévalo, un periodista colombiano de 31 años, se encuentra bajo amenazas de muerte luego de publicar varios reportajes sobre las conexiones entre el empresariado y el paramilitarismo en el país, un fenómeno que él denomina “la paraeconomía”. Las amenazas se han realizado a través de su cuenta personal de Instagram durante más de 30 horas, provenientes de una cuenta que se identifica como “AUC”, siglas referentes a las Autodefensas Unidas de Colombia.

Las intimidaciones comenzaron tras la publicación de investigaciones que revelan, entre otros hechos, la relación de la multinacional bananera Chiquita Brands con el paramilitarismo. En junio de 2023, un tribunal estadounidense condenó a Chiquita Brands a indemnizar a ocho familias de víctimas del paramilitarismo que la empresa había financiado durante décadas.

El 9 de octubre se registró la primera amenaza contra Sánchez con un mensaje que decía “Salte aquí”, un término coloquial en Colombia que implica delación. Posteriormente, las amenazas continuaron con solicitudes de seguimiento a personas cercanas a Sánchez y culminaron con un emoji de calavera. En respuesta a esta situación, el medio Vorágine, donde Sánchez trabaja, anunció el 10 de octubre que suspendería cualquier publicación relacionada con el paramilitarismo y el narcotráfico para garantizar la seguridad de su equipo.

El presidente Gustavo Petro, enterado del caso, ordenó activar rutas de seguridad para proteger a Sánchez y otros seis periodistas considerados de alto riesgo. En el transcurso de 2023, la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) ha reportado 164 amenazas a periodistas en Colombia, un aumento respecto a las 132 amenazas registradas durante 2022. En lo que va del año actual, dos periodistas han sido asesinados en Colombia: Jaime Vásquez y Mardonio Mejía Mendoza.

Sánchez ha estado investigando el fenómeno del paramilitarismo desde 2016, cuando se integró al equipo de Colombia2020 en El Espectador. Desde entonces, ha realizado múltiples visitas a la región del Urabá antioqueño, lugar donde se consolidó este fenómeno, y ha estudiado las cooperativas Convivir, que sirvieron como base para las autodefensas.

A pesar de las amenazas, Sánchez permanece firme en su deber periodístico, afirmando que no es un delator y que su enfoque está fundamentado en la rigurosidad y respeto hacia las fuentes. La FLIP ha brindado apoyo en los protocolos de denuncia y seguridad, aunque el periodista ha tenido que enfrentar comentarios insensibles sobre su situación.

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