El 10 de septiembre de 2024, Paraguay sorprendió a Brasil con una victoria por 1-0 en el estadio Defensores del Chaco, en Asunción, en el marco de las Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial 2026. El único gol del partido fue obra de Diego Gómez, quien al minuto 20 ejecutó un disparo de borde externo que dejó sin opciones al portero brasileño Alisson.
El equipo paraguayo, bajo la dirección de Gustavo Alfaro, mostró una sólida actuación defensiva tras el tanto inicial, neutralizando eficazmente los intentos de Brasil por igualar el marcador. A pesar de comenzar el partido con una presión alta, los dirigidos por Dorival Júnior fueron incapaces de concretar sus oportunidades de gol.
Jugadores destacados de Brasil como Vinícius Júnior, Rodrygo y el joven prodigio Endrick no lograron superar la férrea defensa paraguaya, liderada por el portero Roberto Fernández, quien tuvo varias intervenciones cruciales para mantener su arco en cero.
Con esta derrota, Brasil se sitúa en la quinta posición de la tabla con 10 puntos después de ocho jornadas disputadas. Paraguay, por su parte, se acerca peligrosamente al equipo brasileño al sumar 9 puntos, complicando de esta manera la situación en la lucha por un boleto directo al Mundial.
La derrota agudiza la crisis de la selección brasileña en estas eliminatorias, reflejando su dificultad para establecer un juego efectivo. Brasil ha tenido un inicio decepcionante en la competencia, lo que aumenta la presión sobre el cuerpo técnico y los jugadores.
La siguiente jornada, programada para el 10 de octubre, verá a Paraguay enfrentarse a Ecuador, mientras que Brasil buscará recuperarse ante Chile.
Este resultado subraya la competitividad de las Eliminatorias Sudamericanas y deja a Brasil en una posición incómoda, necesitando urgentemente mejorar su rendimiento para asegurar su clasificación directa al Mundial 2026.