Según el informe del Centro de Derecho Ambiental Internacional (CIEL), las empresas productoras de plástico han impedido sistemáticamente los esfuerzos para mitigar la crisis de contaminación plástica y podrían estar violando varias leyes de Estados Unidos. El estudio argumenta que los productores de plástico estarían infringiendo leyes de responsabilidad civil, responsabilidad del producto y protección al consumidor, mientras detalla las amplias cargas que la contaminación plástica impone en ciudades y estados estadounidenses.
‍

Desde 1950 hasta 2019, la producción global de plásticos aumentó drásticamente de 2 a 460 millones de toneladas anuales. A pesar de la creciente evidencia desde la década de 1950 de que los productos plásticos no se descomponen, los productores continuaron fabricándolos y comercializándolos masivamente. En respuesta a la preocupación pública en aumento, la industria lanzó campañas de marketing sofisticadas para desviar la responsabilidad hacia los consumidores.
‍

En los años 80, la industria también presionó para adoptar un sistema de numeración de envases de plástico que, aunque indicaban reciclabilidad, en realidad no lo eran. Esta táctica se sumó a las estrategias coordinadas de empresas como Exxon, Dow y Chevron para oponerse a medidas como la prohibición de envases de un solo uso en Massachusetts en 1989, a través de grupos de presión como el Consejo de Soluciones de Residuos Sólidos (CSWS).
‍

El informe del CIEL expone que estas tácticas continúan hoy en día. La industria del plástico usa anuncios en plataformas como Facebook para oponerse a las medidas antiplástico. Demandas recientes, como la presentada por la ciudad de Baltimore contra seis empresas de plástico y otra acción contra fabricantes de cigarrillos por los filtros plásticos, refuerzan estas acusaciones. También se menciona una investigación en curso en California sobre la veracidad de las comunicaciones de la industria del plástico respecto a la reciclabilidad de sus productos, lo cual podría derivar en acciones legales.
‍

Para responsabilizar a las empresas por estos daños, el informe sugiere teorías legales como las de molestias, responsabilidad del producto y protección al consumidor. El documento sostiene que los daños provocados por la contaminación plástica son mucho más amplios de lo que indican las actuales demandas, y subraya que décadas de engaño por parte de la industria del plástico han exacerbado la crisis medioambiental. La composición química del plástico permite que este material persista en el medio ambiente durante cientos de años, lo cual contribuye significativamente a la contaminación global.