Humberto de la Calle y David Luna, dos figuras prominentes del Senado de la República de Colombia, han renunciado a sus curules el 27 de enero de 2025. De la Calle, de 78 años, quien militaba en el partido Verde Oxígeno, y Luna, miembro de Cambio Radical, tomaron esta decisión para evitar la doble militancia y así poder participar libremente en las elecciones presidenciales programadas entre marzo y mayo de 2026.
De la Calle, con una extensa carrera política que incluye haber sido jefe negociador del acuerdo de paz con las FARC, ministro de Gobierno y vicepresidente, expresó en su carta de renuncia la necesidad de actuar con "libertad e independencia" frente a los acontecimientos políticos del año. Además, criticó firmemente la postura de su partido, especialmente tras la salida de Íngrid Betancourt, quien abandonó la coalición para presentarse a las elecciones presidenciales.
Ante esta renuncia, el partido Verde Oxígeno emitió un comunicado en el que defendieron su posición y argumentaron que la curul de De la Calle pertenece al partido. De igual manera, anunciaron que tomarán acciones legales para defender su derecho.
David Luna, por su parte, anunció su intención de postularse a la presidencia y criticó al presidente Gustavo Petro, acusándolo de intentar buscar la reelección y de generar crisis innecesarias en el país. En su renuncia, también informó que lanzará su candidatura de manera independiente, destacando que Cambio Radical dará su apoyo a Germán Vargas Lleras. Además, Luna anunció la creación de un "Frente Ciudadano Contra la Reelección y la Tiranía" como parte de su estrategia electoral.
Ambos congresistas debieron presentar su renuncia un año antes de las elecciones para poder participar en ellas, cumpliendo así con la normativa colombiana que exige esta separación de sus cargos para tales fines.
El escenario político en Colombia enfrenta una serie de reacomodos a medida que figuras clave, como De la Calle y Luna, buscan posicionarse en la arena presidencial. Estos movimientos estratégicos y las disputas internas dentro de los partidos reflejan la dinámica cambiante y las tensiones que marcan el contexto electoral rumbo a las elecciones del 2026.