El 13 de septiembre de 2024, el Gobierno del presidente Gustavo Petro volvió a presentar su reforma a la salud ante el Congreso colombiano. Este nuevo intento se asemeja en gran medida al proyecto rechazado en abril de 2024 por la comisión séptima del Senado. A pesar del revés político y la falta de variaciones en el panorama legislativo, el Gobierno ha decidido persistir en su propuesta.

Guillermo Alfonso Jaramillo, ministro de Salud, ha enfatizado la necesidad de construir un sistema de salud sin barreras, que garantice acceso a servicios de calidad para cada ciudadano, sin importar su ubicación geográfica o su situación socioeconómica.
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El eje de la reforma gira en torno a cinco características principales:
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Transformación de las EPS: Las actuales Entidades Promotoras de Salud (EPS) se convertirán en Gestoras de Salud y Vida. Estas nuevas entidades tendrán la tarea de coordinar la red de servicios de salud y auditar los servicios prestados, sin recibir ni manejar recursos financieros directamente. Su financiación provendrá de un porcentaje del presupuesto estatal asignado por cada afiliado, que oscilará entre el 3.5% y el 8%, según su desempeño.
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Centros de Atención Primaria en Salud (CAPS): Bajo el nuevo esquema, la atención primaria se centralizará en estos centros, los cuales remitirán a los pacientes a servicios de mayor complejidad cuando sea necesario.
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Concentración de recursos: La Agencia Nacional de Recursos de Salud (ADRES) será responsable de gestionar todos los recursos financieros destinados a la salud. Esto incluye los aportes de empleados y empleadores, así como el presupuesto nacional, para efectuar pagos directos a clínicas y hospitales.
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Proceso legislativo: El proyecto iniciará su discusión en la Cámara de Representantes, donde el Ejecutivo tiene mayorías. Si logra superar las votaciones tanto en la comisión como en la plenaria, se redirigirá a la comisión séptima del Senado para su posterior debate.
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