Un grupo de científicos, compuesto por investigadores colombianos y británicos, ha realizado un descubrimiento monumental en la zona de los Rápidos de Atures, en el Orinoco Medio, entre Colombia y Venezuela. En esta región, se encontraron grabados rupestres que representan serpientes gigantes, ciempiés amazónicos y figuras humanas, algunas de hasta 40 metros de largo.
El estudio, liderado por Alejandro I. López, apunta a que estos grabados podrían haber tenido diversos propósitos, como marcar territorios, transmitir mensajes a los visitantes y reforzar identidades culturales. Las enormes figuras, que datan de hace al menos 2,000 años según pruebas preliminares, permiten vislumbrar la riqueza cultural de las antiguas civilizaciones de la cuenca del Orinoco.
El descubrimiento resultó particularmente sorprendente debido a la escala de los grabados. Algunas figuras alcanzan hasta 40 metros de longitud, lo que las convierte en los grabados rupestres más grandes del mundo. Además de las representaciones de serpientes y ciempiés gigantes, se han identificado diseños de aves y figuras humanas que arrojan nueva luz sobre la vida y creencias de los habitantes antiguos de esta región.
Los hallazgos han sido divulgados a través de varias publicaciones, incluyendo un artículo en National Geographic por Constanza Vacas y otro en CNN en Español por Belén Liotti. Ambas fuentes resaltan la posible función de estos grabados como marcadores territoriales y su relevancia en la comprensión de las identidades culturales y territoriales de las antiguas poblaciones que habitaron la cuenca del Orinoco.