El University College London (UCL) ha dado inicio a un innovador ensayo clínico que busca probar el DMT (dimetiltriptamina) como una herramienta potencial para tratar la adicción al alcohol. Afirmado como el estudio más grande de su tipo en la esfera de la neurociencia psicodélica, el ensayo tiene como objetivo reclutar a 120 participantes que consuman alcohol regularmente y deseen reducir su ingesta.
El rango de edad de los participantes es de entre 21 y 65 años y, como requisito importante, no deben tener un diagnóstico formal de trastorno por consumo de alcohol. Los voluntarios recibirán una dosis intravenosa de DMT, cuyos efectos son de corta duración, aproximadamente 15 minutos. Además, se les administrará un placebo o medicamentos de control no alucinógenos como parte de la metodología del estudio. Durante el ensayo, se realizarán dos escaneos de resonancia magnética (MRI) mientras los participantes observan fragmentos de películas relacionadas con el alcohol. A su vez, se llevará a cabo un electroencefalograma (EEG) durante la sesión de dosificación para monitorear cómo el DMT afecta la función cerebral en tiempo real.
El ensayo incluirá un periodo de seguimiento de hasta nueve meses para evaluar la efectividad del DMT en la reducción del consumo de alcohol en los participantes. Este esfuerzo se sitúa en un contexto donde las tasas de recaída tras los tratamientos convencionales son bastante altas: el 50% dentro de los tres meses y entre el 60% y 70% dentro de los tres años.
El DMT es conocido como un potente psicodélico que ha sido tradicionalmente utilizado en ceremonias indígenas en la Amazonía. Se cree que afecta la neuroplasticidad del cerebro, es decir, la capacidad de este para reconfigurarse. Los investigadores esperan que el DMT pueda influir en las asociaciones de recompensa relacionadas con el alcohol, ayudando a contrarrestar el impulso de consumo excesivo. El DMT, aunque menos conocido que otros psicodélicos, como el LSD o la psilocibina, ha sido un componente central en las prácticas chamánicas de la Amazonía, y su posible aplicación en la medicina moderna está apenas comenzando a ser explorada científicamente.
Los investigadores se basan en evidencia previa que demuestra que una única dosis de ketamina puede reducir significativamente los patrones de comportamiento dañinos relacionados con el alcohol. Este ensayo clínico de DMT pretende validar si pueden obtenerse resultados similares o mejores.
El estudio ha recibido financiamiento de Wellcome Leap, una entidad reconocida por su apoyo a investigaciones innovadoras en el campo de la salud.
Este ensayo representa un enfoque novedoso para tratar la adicción al alcohol, ofreciendo una alternativa a los métodos tradicionales que no han logrado ser efectivos para una gran parte de los pacientes.