China ha dado pasos agigantados en la expansión de su capacidad de energía renovable, con 180 gigavatios (GW) de energía solar y 159 GW de energía eólica en construcción. Esta cifra total de 339 GW es casi el doble de la capacidad en construcción del resto del mundo combinado, donde Estados Unidos, por ejemplo, tiene 40 GW en desarrollo.
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De acuerdo con las proyecciones, China está en camino de alcanzar los 1,200 GW de capacidad instalada de energía eólica y solar para finales de 2024, lo que representa seis años de avance sobre los objetivos gubernamentales. Al primer trimestre de 2024, la capacidad total de energía solar y eólica a escala utilitaria ya había alcanzado los 758 GW, y sumando la energía solar distribuida la capacidad se acerca a los 1,120 GW.
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El periodo entre marzo de 2023 y marzo de 2024 fue significativo, ya que se instalaron más instalaciones solares que en los tres años anteriores combinados, superando al resto del mundo en términos de capacidad instalada en 2023. La energía solar superó a la eólica en 2022, con la energía solar distribuida representando el 41% del total de la capacidad solar.
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Mirando hacia el futuro, China tiene 387 GW en proyectos de energía solar a escala utilitaria propuestos y 336 GW en proyectos eólicos. Además, se espera que las futuras fases de "mega bases de viento y solar" agreguen aproximadamente 503 GW para 2030.
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Geográficamente, las provincias del noroeste y norte lideran en grandes instalaciones de energía, mientras que las provincias del centro y sur muestran un rápido crecimiento en energía solar distribuida. Inner Mongolia, Xinjiang y Hebei son los principales contribuyentes a la capacidad eólica, acumulando el 43% del total nacional.
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El impacto económico de este crecimiento en energías limpias es notable, representando el 40% del crecimiento del PIB de China en 2023. Sin embargo, la dependencia del carbón sigue siendo alta, con un aumento del consumo de carbón de un promedio de 0.5% anual a 3.8%.
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Uno de los retos más destacados que enfrenta China es la gestión de la intermitencia de las energías renovables, actualmente dependiente en gran medida del carbón. En marzo de 2024, la tasa de reducción de energía solar superó el 5% a nivel nacional, alcanzando más del 10% en algunas provincias. Además, las limitaciones en la capacidad de transmisión de energía complican la entrega desde los sitios de producción hasta los centros de demanda.
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En 2023, la inversión en baterías conectadas a la red sumó $11 mil millones, un aumento del 364% respecto a 2022. A nivel geopolítico, preocupaciones sobre la seguridad energética se han intensificado debido a tensiones globales y cortes de energía en China.
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Este vasto informe subraya la posición dominante de China en el desarrollo de energías renovables a nivel mundial, destacando tanto su rápida expansión como los desafíos en la integración de esta capacidad a su sistema energético. El 40% del crecimiento del PIB de China en 2023 fue impulsado por el sector de energías limpias, una cifra que muestra la dimensión del impacto económico de esta industria en el país.