Economía

Startup de Vehículos Eléctricos Fisker Se Declara en Bancarrota

Fisker, fundada en 2016 por Henrik Fisker y Geeta Gupta-Fisker, ha solicitado protección por bancarrota en EE.UU. en 2024. La empresa enfrentó múltiples desafíos, incluyendo retrasos de proveedores y problemas mecánicos, lo que llevó a la suspensión de la producción de su modelo Ocean SUV.

Economía

Startup de Vehículos Eléctricos Fisker Se Declara en Bancarrota

Fisker, fundada en 2016 por Henrik Fisker y Geeta Gupta-Fisker, ha solicitado protección por bancarrota en EE.UU. en 2024. La empresa enfrentó múltiples desafíos, incluyendo retrasos de proveedores y problemas mecánicos, lo que llevó a la suspensión de la producción de su modelo Ocean SUV.

"La presentación del Capítulo 11 es un intento de reorganización y de encontrar soluciones a los problemas financieros y operacionales que enfrentamos"

- Declaró Henrik Fisker.

18/6/2024

Fisker Group Inc., la empresa de vehículos eléctricos fundada en 2016 por Henrik Fisker y Geeta Gupta-Fisker, ha presentado una solicitud de protección por bancarrota bajo el Capítulo 11 en Estados Unidos en 2024. Este hecho marca la segunda vez que Henrik Fisker recurre a dicha protección tras el colapso de su anterior emprendimiento automotriz en 2013.

La compañía, que adoptó un modelo de producción "asset-light" basado en la contratación de fabricantes externos, enfrentó significativos retrasos con sus proveedores, incumplimientos en los objetivos de producción y diversas dificultades mecánicas con los vehículos vendidos, factores que erosionaron su capacidad de cumplir con las previsiones de ventas.

Las negociaciones con un importante fabricante de automóviles para conseguir inversión y desarrollo conjunto de tecnología no llegaron a buen puerto, resultando en la suspensión de la fabricación de su SUV Ocean en marzo. Fisker señaló que los vientos en contra del mercado y macroeconómicos afligieron sus operaciones, conduciendo a la decisión de recurrir a la protección por bancarrota para su subsidiaria operativa.

Con un estimado de activos entre $500 millones y $1 mil millones, y pasivos que oscilan entre $100 millones y $500 millones, la empresa cuenta con entre 200 y 999 acreedores. Pese a su alianza estratégica con Magna para la producción y un enfoque en la diferenciación de su software, Fisker no logró superar las dificultades operativas y los desafíos del producto.

Este movimiento refleja las dificultades que enfrentan las startups de vehículos eléctricos al lidiar con una adopción más lenta del mercado, el aumento de costos y una menor inversión en compañías que no son Tesla. La presentación bajo el Capítulo 11 permitirá a Fisker explorar la venta de sus activos y buscar una reestructuración financiera para abordar sus desafíos de mercado.

La lucha de Fisker por competir en un mercado EV altamente competitivo ilustra los obstáculos inherentes para las nuevas empresas que intentan desafiar a la industria automotriz establecida. Con la presentación de bancarrota, la empresa inicia un complejo proceso legal para resolver sus problemas financieros y encontrar un camino hacia la estabilidad.

Algo Curioso

"La presentación del Capítulo 11 es un intento de reorganización y de encontrar soluciones a los problemas financieros y operacionales que enfrentamos"

- Declaró Henrik Fisker.

Jun 18, 2024
Colglobal News

Fisker Group Inc., la empresa de vehículos eléctricos fundada en 2016 por Henrik Fisker y Geeta Gupta-Fisker, ha presentado una solicitud de protección por bancarrota bajo el Capítulo 11 en Estados Unidos en 2024. Este hecho marca la segunda vez que Henrik Fisker recurre a dicha protección tras el colapso de su anterior emprendimiento automotriz en 2013.

La compañía, que adoptó un modelo de producción "asset-light" basado en la contratación de fabricantes externos, enfrentó significativos retrasos con sus proveedores, incumplimientos en los objetivos de producción y diversas dificultades mecánicas con los vehículos vendidos, factores que erosionaron su capacidad de cumplir con las previsiones de ventas.

Las negociaciones con un importante fabricante de automóviles para conseguir inversión y desarrollo conjunto de tecnología no llegaron a buen puerto, resultando en la suspensión de la fabricación de su SUV Ocean en marzo. Fisker señaló que los vientos en contra del mercado y macroeconómicos afligieron sus operaciones, conduciendo a la decisión de recurrir a la protección por bancarrota para su subsidiaria operativa.

Con un estimado de activos entre $500 millones y $1 mil millones, y pasivos que oscilan entre $100 millones y $500 millones, la empresa cuenta con entre 200 y 999 acreedores. Pese a su alianza estratégica con Magna para la producción y un enfoque en la diferenciación de su software, Fisker no logró superar las dificultades operativas y los desafíos del producto.

Este movimiento refleja las dificultades que enfrentan las startups de vehículos eléctricos al lidiar con una adopción más lenta del mercado, el aumento de costos y una menor inversión en compañías que no son Tesla. La presentación bajo el Capítulo 11 permitirá a Fisker explorar la venta de sus activos y buscar una reestructuración financiera para abordar sus desafíos de mercado.

La lucha de Fisker por competir en un mercado EV altamente competitivo ilustra los obstáculos inherentes para las nuevas empresas que intentan desafiar a la industria automotriz establecida. Con la presentación de bancarrota, la empresa inicia un complejo proceso legal para resolver sus problemas financieros y encontrar un camino hacia la estabilidad.

Fisker Group Inc., la empresa de vehículos eléctricos fundada en 2016 por Henrik Fisker y Geeta Gupta-Fisker, ha presentado una solicitud de protección por bancarrota bajo el Capítulo 11 en Estados Unidos en 2024. Este hecho marca la segunda vez que Henrik Fisker recurre a dicha protección tras el colapso de su anterior emprendimiento automotriz en 2013.

La compañía, que adoptó un modelo de producción "asset-light" basado en la contratación de fabricantes externos, enfrentó significativos retrasos con sus proveedores, incumplimientos en los objetivos de producción y diversas dificultades mecánicas con los vehículos vendidos, factores que erosionaron su capacidad de cumplir con las previsiones de ventas.

Las negociaciones con un importante fabricante de automóviles para conseguir inversión y desarrollo conjunto de tecnología no llegaron a buen puerto, resultando en la suspensión de la fabricación de su SUV Ocean en marzo. Fisker señaló que los vientos en contra del mercado y macroeconómicos afligieron sus operaciones, conduciendo a la decisión de recurrir a la protección por bancarrota para su subsidiaria operativa.

Con un estimado de activos entre $500 millones y $1 mil millones, y pasivos que oscilan entre $100 millones y $500 millones, la empresa cuenta con entre 200 y 999 acreedores. Pese a su alianza estratégica con Magna para la producción y un enfoque en la diferenciación de su software, Fisker no logró superar las dificultades operativas y los desafíos del producto.

Este movimiento refleja las dificultades que enfrentan las startups de vehículos eléctricos al lidiar con una adopción más lenta del mercado, el aumento de costos y una menor inversión en compañías que no son Tesla. La presentación bajo el Capítulo 11 permitirá a Fisker explorar la venta de sus activos y buscar una reestructuración financiera para abordar sus desafíos de mercado.

La lucha de Fisker por competir en un mercado EV altamente competitivo ilustra los obstáculos inherentes para las nuevas empresas que intentan desafiar a la industria automotriz establecida. Con la presentación de bancarrota, la empresa inicia un complejo proceso legal para resolver sus problemas financieros y encontrar un camino hacia la estabilidad.

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