Ante la escalada de tensiones en el escenario internacional, especialmente en relación con el conflicto en Ucrania, el presidente Vladimir Putin ha reiterado la disposición de Rusia a emplear armas nucleares en caso de que se perciba una amenaza directa a su soberanía, independencia o existencia del estado ruso. En una serie de entrevistas concedidas a medios estatales rusos, Putin ha enfatizado que, aunque no ve inminente una guerra nuclear, las fuerzas nucleares rusas están en plena disposición y han avanzado más en términos de modernización y capacidad técnica en comparación con sus contrapartes estadounidenses.
Esta firme declaración llega justo antes de las elecciones presidenciales en Rusia, donde Putin se postula para un quinto mandato. El líder ruso ha utilizado estos momentos para destacar el poderío militar de Rusia, en particular su arsenal nuclear, como una herramienta crítica para la defensa y afirmación de su posición en el tablero geopolítico global. Además, ha advertido contra la intervención de tropas estadounidenses en Ucrania, señalando que serían tratadas como fuerzas intervencionistas, lo que subraya la gravedad con la que el Kremlin visualiza cualquier escalada militar directa con la OTAN o Estados Unidos en el conflicto ucraniano.
El arsenal nuclear de Rusia, considerado el más grande del mundo, ha sido un tema recurrente en la retórica de Putin desde el inicio de la invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022. Esta postura nuclear ha sido interpretada como una advertencia directa a Occidente sobre las graves consecuencias de una mayor implicación en el conflicto. Según Putin, la capacidad nuclear de Rusia es un componente crucial de su estrategia de defensa y un factor disuasorio frente a las amenazas externas.
Mientras tanto, la comunidad internacional ha expresado su preocupación por estas declaraciones, percibidas como una retórica nuclear imprudente que aumenta el riesgo de miscalculaciones con consecuencias potencialmente catastróficas. La situación en Ucrania, junto con los ataques dentro del territorio ruso, ha intensificado el debate sobre la posibilidad de que Putin recurra a armas nucleares, una perspectiva que ha llevado a Estados Unidos y sus aliados a prepararse rigurosamente para tal eventualidad. Esta tensión subraya la importancia de una diplomacia cuidadosa y el mantenimiento de canales de comunicación abiertos para evitar una escalada hacia un conflicto nuclear.