En una muestra significativa de apoyo a Ucrania, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció en Kiev un préstamo de 35.000 millones de euros (aproximadamente 39.000 millones de dólares). Este apoyo financiero se deriva de los activos rusos congelados en la Unión Europea, que totalizan alrededor de 210.000 millones de euros. Principalmente, estos activos están localizados en Bélgica y Luxemburgo.
El préstamo busca mitigar el impacto económico y militar de la invasión rusa, que ha devastado gran parte de la infraestructura energética de Ucrania. Los fondos se destinarán a cubrir el déficit del presupuesto estatal ucraniano y a la compra de armamento, con especial énfasis en la defensa aérea y el abastecimiento energético. La medida requiere la aprobación por mayoría cualificada en el Consejo de la UE, lo que evita el bloqueo por parte de Hungría, un país con inclinaciones pro-rusas.
Este anuncio forma parte de un compromiso más amplio de los aliados del G7, que en junio de 2024 prometieron en conjunto un total de 50.000 millones de euros para Ucrania, de los cuales la UE se encargará de los mencionados 35.000 millones. Según von der Leyen, la UE ya ha proporcionado 118.000 millones de euros a Ucrania desde el inicio del conflicto.
La visita de von der Leyen también sirvió para anunciar un paquete adicional de 160 millones de euros destinado a reparar plantas de energía y aumentar la capacidad de energías renovables en Ucrania. Además, se evaluó la posibilidad de extender la congelación de los activos rusos por un periodo de 36 meses en vez de los 6 meses habituales, buscando una mayor estabilidad para el esquema de financiación.
Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania, comentó la importancia de estos fondos para fortalecer la industria de defensa y garantizar la provisión de servicios públicos. Por su parte, von der Leyen resaltó la necesidad de reforzar el apoyo a Ucrania en su proceso de adhesión a la UE, con el objetivo de que el país esté listo para el acceso en 2025.
Estos esfuerzos son vitales, especialmente con la inminente llegada del invierno y la continua agresión rusa que sigue desmantelando la infraestructura ucraniana. La UE reafirma así su compromiso con Ucrania, no solo en términos económicos y militares, sino también en su camino hacia la integración europea. La utilización de activos rusos congelados para financiar el préstamo marca una medida sin precedentes en la historia de la UE.