En 1983, la vida de Rita Patiño Quintero dio un giro inesperado cuando fue encontrada por la policía en un templo metodista en Kansas, Estados Unidos. Al no poder comunicarse en su idioma nativo, el rarámuri, y ser malinterpretada por las autoridades, fue ingresada en un hospital psiquiátrico bajo la presunción de que padecía una enfermedad mental. La lengua rarámuri, desconocida para el sistema judicial y médico estadounidense, se convirtió en una barrera insuperable para Rita, sumiéndola en un confinamiento injustificado que se prolongó por 12 años.
Durante su estancia en el hospital psiquiátrico, Rita enfrentó innumerables adversidades. La incomunicación no solo afectó su capacidad de defensa, sino que propició un entorno de exclusión, maltratos médicos y soledad extrema. La falta de traductores que pudieran interpretar su lengua nativa exacerbó su situación, complicando cualquier intento de explicarse o defenderse ante las autoridades competentes. Su multifacética personalidad, que incluía roles tan diversos como pastora, partera, herbolaria y artesana, quedó obliterada en un contexto que no entendía su cultura ni sus capacidades.
A lo largo de los años, Rita fue víctima de un sistema que desconocía y no valoraba su origen indígena. En su comunidad en Chihuahua, se la conocía por su sabiduría y habilidades, pero en el hospital psiquiátrico se convirtió en una paciente más, despojada de su identidad y sometida a estándares médicos y legales que no contemplaban la diversidad cultural. La burocracia institucional desestimó su caso, y los procedimientos legales no evolucionaron hasta asegurar su liberación.
Fue después de una ardua lucha legal que, en 1995, finalmente se logró la liberación de Rita. Su regreso a México, sin embargo, no alivió su sufrimiento. Regresó a una vida marcada por la pobreza y la marginación, a pesar de haber recibido una indemnización de $90,000 por los maltratos sufridos. Este dinero, administrado bajo un fideicomiso, sufrió malversaciones que disminuyeron significativamente la ayuda económica destinada a mejorar su calidad de vida.