Economía

Fabricante Italiano de Dior y Armani Acusado de Subcontratar a Empresas Chinas que Explotan Trabajadores

Una exhaustiva investigación en Italia ha revelado prácticas laborales explotadoras en la producción de bolsos por parte de Dior y Giorgio Armani, destacando la subcontratación a proveedores chinos que operaban bajo condiciones deplorables y remuneraciones ínfimas.

Economía

Fabricante Italiano de Dior y Armani Acusado de Subcontratar a Empresas Chinas que Explotan Trabajadores

Una exhaustiva investigación en Italia ha revelado prácticas laborales explotadoras en la producción de bolsos por parte de Dior y Giorgio Armani, destacando la subcontratación a proveedores chinos que operaban bajo condiciones deplorables y remuneraciones ínfimas.

"Estas prácticas de explotación laboral eran comunes en la industria de lujo, lo que permitía a las grandes marcas obtener mayores ganancias"

- Señaló la fiscalía.

3/7/2024

La industria de la moda de lujo enfrenta un enorme escándalo tras la revelación de una investigación en Italia que expone prácticas de explotación laboral por parte de las reconocidas marcas Dior y Giorgio Armani. La unidad de Dior, una subsidiaria del conglomerado de productos de lujo LVMH, y Giorgio Armani fueron encontrados pagando a sus proveedores cifras que contrastan radicalmente con los precios de venta finales de sus productos.

Según la investigación, Dior pagaba a su proveedor $57 por la producción de cada bolso, que luego se vendía a alrededor de $2,780 en tienda. Por su parte, Giorgio Armani desembolsaba $99 por cada bolso, que se comercializaba por más de $1,900. Estos proveedores chinos empleaban a trabajadores de su mismo origen, principalmente, algunos de los cuales residían ilegalmente en Italia. Además, se descubrió que los empleados trabajaban en condiciones extremas, durmiendo en las propias instalaciones para producir las 24 horas del día, operando las máquinas sin dispositivos de seguridad y trabajando durante noches y festivos.

La gravedad de estas prácticas llevó a que ambas firmas fueran puestas bajo administración judicial por un periodo de un año. La fiscalía destacó que este tipo de explotación laboral es una práctica común dentro de la industria de lujo, permitiendo a las grandes marcas incrementar sus márgenes de ganancia sustancialmente. La investigación también reveló que estas prácticas no son hechos aislados, sino un método generalizado de fabricación.

En su intento por mejorar su imagen y la ética laboral, LVMH, la matriz de Dior, llevó a cabo 1,725 auditorías el año pasado. Paradójicamente, Bernard Arnault, el CEO de LVMH, es la tercera persona más rica del mundo, lo que subraya aún más las significativas ganancias obtenidas por estos métodos cuestionables.

No solo Dior y Giorgio Armani están bajo escrutinio. La corte de Milán determinó que otras marcas de moda de lujo también están siendo investigadas por incumplir las normas laborales mediante la subcontratación de la producción. En respuesta, la corte envió propuestas a la Cámara de la Moda de Italia y otras asociaciones relacionadas para impulsar un mejor control sobre la cadena de suministro en el país.

La fiscalía femenina destacó durante la investigación que estas prácticas de explotación, a pesar de ser condenables, son la norma en vez de la excepción dentro del sector de lujo. Esto permite a las grandes marcas disfrutar de exorbitantes beneficios económicos, mientras los trabajadores, en su mayoría inmigrantes, soportan condiciones laborales extremas y remuneraciones muy por debajo de lo justo. En un intento por limpiar su imagen y prácticas, LVMH realizó 1,725 auditorías en el último año, un esfuerzo significativo pero que no ha impedido que la sombra de la explotación laboral siga rondando a la empresa.

Algo Curioso

"Estas prácticas de explotación laboral eran comunes en la industria de lujo, lo que permitía a las grandes marcas obtener mayores ganancias"

- Señaló la fiscalía.

Jul 3, 2024

La industria de la moda de lujo enfrenta un enorme escándalo tras la revelación de una investigación en Italia que expone prácticas de explotación laboral por parte de las reconocidas marcas Dior y Giorgio Armani. La unidad de Dior, una subsidiaria del conglomerado de productos de lujo LVMH, y Giorgio Armani fueron encontrados pagando a sus proveedores cifras que contrastan radicalmente con los precios de venta finales de sus productos.

Según la investigación, Dior pagaba a su proveedor $57 por la producción de cada bolso, que luego se vendía a alrededor de $2,780 en tienda. Por su parte, Giorgio Armani desembolsaba $99 por cada bolso, que se comercializaba por más de $1,900. Estos proveedores chinos empleaban a trabajadores de su mismo origen, principalmente, algunos de los cuales residían ilegalmente en Italia. Además, se descubrió que los empleados trabajaban en condiciones extremas, durmiendo en las propias instalaciones para producir las 24 horas del día, operando las máquinas sin dispositivos de seguridad y trabajando durante noches y festivos.

La gravedad de estas prácticas llevó a que ambas firmas fueran puestas bajo administración judicial por un periodo de un año. La fiscalía destacó que este tipo de explotación laboral es una práctica común dentro de la industria de lujo, permitiendo a las grandes marcas incrementar sus márgenes de ganancia sustancialmente. La investigación también reveló que estas prácticas no son hechos aislados, sino un método generalizado de fabricación.

En su intento por mejorar su imagen y la ética laboral, LVMH, la matriz de Dior, llevó a cabo 1,725 auditorías el año pasado. Paradójicamente, Bernard Arnault, el CEO de LVMH, es la tercera persona más rica del mundo, lo que subraya aún más las significativas ganancias obtenidas por estos métodos cuestionables.

No solo Dior y Giorgio Armani están bajo escrutinio. La corte de Milán determinó que otras marcas de moda de lujo también están siendo investigadas por incumplir las normas laborales mediante la subcontratación de la producción. En respuesta, la corte envió propuestas a la Cámara de la Moda de Italia y otras asociaciones relacionadas para impulsar un mejor control sobre la cadena de suministro en el país.

La fiscalía femenina destacó durante la investigación que estas prácticas de explotación, a pesar de ser condenables, son la norma en vez de la excepción dentro del sector de lujo. Esto permite a las grandes marcas disfrutar de exorbitantes beneficios económicos, mientras los trabajadores, en su mayoría inmigrantes, soportan condiciones laborales extremas y remuneraciones muy por debajo de lo justo. En un intento por limpiar su imagen y prácticas, LVMH realizó 1,725 auditorías en el último año, un esfuerzo significativo pero que no ha impedido que la sombra de la explotación laboral siga rondando a la empresa.

La industria de la moda de lujo enfrenta un enorme escándalo tras la revelación de una investigación en Italia que expone prácticas de explotación laboral por parte de las reconocidas marcas Dior y Giorgio Armani. La unidad de Dior, una subsidiaria del conglomerado de productos de lujo LVMH, y Giorgio Armani fueron encontrados pagando a sus proveedores cifras que contrastan radicalmente con los precios de venta finales de sus productos.

Según la investigación, Dior pagaba a su proveedor $57 por la producción de cada bolso, que luego se vendía a alrededor de $2,780 en tienda. Por su parte, Giorgio Armani desembolsaba $99 por cada bolso, que se comercializaba por más de $1,900. Estos proveedores chinos empleaban a trabajadores de su mismo origen, principalmente, algunos de los cuales residían ilegalmente en Italia. Además, se descubrió que los empleados trabajaban en condiciones extremas, durmiendo en las propias instalaciones para producir las 24 horas del día, operando las máquinas sin dispositivos de seguridad y trabajando durante noches y festivos.

La gravedad de estas prácticas llevó a que ambas firmas fueran puestas bajo administración judicial por un periodo de un año. La fiscalía destacó que este tipo de explotación laboral es una práctica común dentro de la industria de lujo, permitiendo a las grandes marcas incrementar sus márgenes de ganancia sustancialmente. La investigación también reveló que estas prácticas no son hechos aislados, sino un método generalizado de fabricación.

En su intento por mejorar su imagen y la ética laboral, LVMH, la matriz de Dior, llevó a cabo 1,725 auditorías el año pasado. Paradójicamente, Bernard Arnault, el CEO de LVMH, es la tercera persona más rica del mundo, lo que subraya aún más las significativas ganancias obtenidas por estos métodos cuestionables.

No solo Dior y Giorgio Armani están bajo escrutinio. La corte de Milán determinó que otras marcas de moda de lujo también están siendo investigadas por incumplir las normas laborales mediante la subcontratación de la producción. En respuesta, la corte envió propuestas a la Cámara de la Moda de Italia y otras asociaciones relacionadas para impulsar un mejor control sobre la cadena de suministro en el país.

La fiscalía femenina destacó durante la investigación que estas prácticas de explotación, a pesar de ser condenables, son la norma en vez de la excepción dentro del sector de lujo. Esto permite a las grandes marcas disfrutar de exorbitantes beneficios económicos, mientras los trabajadores, en su mayoría inmigrantes, soportan condiciones laborales extremas y remuneraciones muy por debajo de lo justo. En un intento por limpiar su imagen y prácticas, LVMH realizó 1,725 auditorías en el último año, un esfuerzo significativo pero que no ha impedido que la sombra de la explotación laboral siga rondando a la empresa.

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