Harland & Wolff, el emblemático astillero de Belfast responsable de la construcción del RMS Titanic, ha colapsado y ha entrado en administración, según lo anunciado el pasado viernes. La empresa ha designado administradores de Teneo para gestionar el proceso luego de no lograr asegurar financiamiento nuevo. Cabe destacar que solo la empresa matriz, Harland & Wolff Group Holdings plc, está en administración, mientras que las subsidiarias de astilleros de la compañía continúan operando.
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La entrada en administración afectará directamente a los 66 empleados de la firma matriz, quienes perderán sus empleos. Asimismo, los accionistas de la compañía verán perdidas sus inversiones, una situación que se anticipaba desde la suspensión de la negociación de las acciones en el mercado Aim de Londres en julio.
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En un comunicado, Harland & Wolff expresó: "Los administradores lamentablemente tendrán que reducir el número de empleados al momento de su nombramiento. Un número de empleados será retenido para proporcionar ciertos servicios requeridos a las empresas operativas bajo un acuerdo de servicios transicionales". Esto implica que algunos empleados serán mantenidos temporalmente para asistir en la transición del control administrativo.
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La empresa ha estado buscando compradores para las compañías que operan sus astilleros. A inicios de este año, la empresa empleaba aproximadamente a 1,600 personas en sus negocios ubicados en Devon, Escocia y Belfast. No obstante, en su apogeo, los astilleros de Belfast llegaron a emplear hasta a 20,000 personas.
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El gobierno del Reino Unido había anticipado la construcción de tres barcos de apoyo naval en el astillero de Belfast, bajo un contrato otorgado a un consorcio de Harland & Wolff y Navantia, el astillero estatal español. Con el colapso de Harland & Wolff, BAE Systems y Babcock International quedan como los dos principales astilleros británicos, con Babcock siendo un potencial comprador del astillero de Belfast.
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Dan Coatsworth, analista de inversiones en AJ Bell, describió la situación como un "día triste" para el histórico astillero, aunque sugirió que el negocio operativo continuaría mientras los administradores buscan un nuevo propietario. Este proceso será crucial para determinar el futuro de las subsidiarias y los empleados restantes.