A cuatro años de su fallecimiento, la historia de Li Wenliang, el médico oftalmólogo que intentó advertir al mundo sobre la aparición del coronavirus, sigue siendo un símbolo de lucha por la verdad y la libertad de expresión en China. Li, quien trabajaba en el Hospital Central de Wuhan, alertó a sus colegas médicos sobre una "extraña neumonía" a finales de diciembre de 2019. Su muerte, el 7 de febrero de 2020, marcó el inicio de una oleada de indignación y cuestionamientos hacia la gestión de las autoridades chinas en los primeros días de la pandemia.
El Inicio de la Alerta
El 30 de diciembre de 2019, Li Wenliang compartió en un grupo privado de WeChat una advertencia sobre varios casos de neumonía que se asemejaban al SARS, el virus responsable de una epidemia en 2003. Su mensaje, acompañado de imágenes de resultados médicos, recomendaba a sus colegas tomar precauciones. Sin embargo, esta información se filtró rápidamente fuera del grupo, atrayendo la atención de las autoridades.
El 3 de enero de 2020, la policía local obligó a Li a firmar una carta de reprimenda en la que se le acusaba de "difundir rumores falsos". A pesar de retractarse públicamente, Li mantuvo su convicción de que su advertencia era válida, como lo expresó posteriormente a medios locales.
El Contagio y la Muerte de Li Wenliang
El 8 de enero, Li contrajo el virus mientras trataba a una paciente con glaucoma que estaba infectada con el coronavirus. A partir del 10 de enero, comenzó a presentar síntomas de fiebre y tos que se agravaron rápidamente. Diez días después, fue hospitalizado y diagnosticado formalmente con COVID-19 tras múltiples pruebas.
La madrugada del 7 de febrero de 2020, después de un esfuerzo por mantenerlo conectado a un respirador en medio de una presión pública sin precedentes, el Hospital Central de Wuhan confirmó su fallecimiento. La noticia provocó una explosión de dolor e ira en la red social china Weibo, donde el hashtag "Quiero libertad de expresión" acumuló millones de interacciones en cuestión de horas. La censura gubernamental no tardó en eliminar los mensajes críticos, pero no logró apagar del todo la indignación ciudadana.
Un Legado Inmortalizado y Silenciado
Tras su muerte, Li Wenliang fue declarado héroe en todo el mundo, aunque su reconocimiento oficial en China permaneció limitado. En una exposición conmemorativa sobre la lucha contra el coronavirus en Wuhan, su imagen apareció junto a la de otros médicos fallecidos, pero sin una mención específica a su papel como denunciante.
En marzo de 2020, una investigación oficial admitió errores en el manejo de su caso, calificando las acciones policiales como "irregulares". Como compensación, la familia de Li recibió una indemnización económica y subsidios funerarios. Tres meses después, su esposa dio a luz al segundo hijo del matrimonio, a quien describió como "el último regalo" de su esposo.
Un Héroe Global y un Símbolo de Libertad
La historia de Li Wenliang trasciende su papel como médico. Representa la valentía de quienes, frente a la adversidad y la censura, deciden alzar la voz por el bienestar colectivo. Su legado resuena no solo en la memoria de quienes luchan contra pandemias, sino también en aquellos que defienden la verdad y la justicia, incluso bajo las más estrictas restricciones.