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Netanyahu insiste en el polémico plan de Trump para que los habitantes de Gaza se marchen

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, continúa apoyando un controvertido plan para la "migración voluntaria" de los palestinos de Gaza a otros países, una idea presentada inicialmente por el presidente Donald Trump, quien ahora muestra desinterés en el proyecto.

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Netanyahu insiste en el polémico plan de Trump para que los habitantes de Gaza se marchen

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, continúa apoyando un controvertido plan para la "migración voluntaria" de los palestinos de Gaza a otros países, una idea presentada inicialmente por el presidente Donald Trump, quien ahora muestra desinterés en el proyecto.

"Reconstruir Gaza llevará años… Mientras tanto, la gente tiene una opción. El presidente tiene una visión. Los países están respondiendo a esa visión"

– Expresó Benjamin Netanyahu.

9/4/2025

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, reafirmó esta semana su apoyo a la idea de facilitar la "migración voluntaria" de los aproximadamente dos millones de palestinos que residen en la Franja de Gaza, a pesar de que el presidente estadounidense Donald Trump parece haberse distanciado del controvertido plan presentado inicialmente en una reunión en la Casa Blanca hace dos meses. Según los líderes israelíes, el objetivo del plan sería permitir a los gazatíes buscar refugio en otros países mientras se reconstruye el devastado enclave costero, que ha sufrido una campaña militar israelí de 18 meses tras el ataque de Hamás a Israel en octubre de 2023.

En la última reunión llevada a cabo en la Oficina Oval, Trump abordó temas ajenos a Gaza, priorizando la política fronteriza de Estados Unidos, los rehenes en el enclave y las conversaciones con Irán sobre su programa nuclear. Sin embargo, Netanyahu, lejos de abandonar la propuesta, insistió en que la visión todavía se está discutiendo. Días después de la presentación del proyecto por parte de Trump, Israel estableció, bajo la supervisión de su ministro de Defensa, Israel Katz, una administración especial para gestionar la posible migración, asignando a Yaakov Blitshtein la dirección de esta nueva entidad.

A pesar de que Netanyahu enfatizó que la migración sería voluntaria, los críticos cuestionan la viabilidad de esa afirmación dadas las circunstancias, que incluyen severas restricciones a la circulación dentro y fuera de Gaza, en su mayoría impuestas por Israel, argumentando preocupaciones de seguridad. Por otra parte, Egipto también mantiene estrictas limitaciones en su frontera con esta región. Las condiciones en Gaza son extremas, con gran parte de su infraestructura destruida, y cualquier decisión de migrar podría interpretarse como forzada ante la insostenibilidad de la vida cotidiana.

Trump había sugerido que países vecinos como Egipto y Jordania podrían ser destinos potenciales para los gazatíes desplazados, aunque ambos rechazaron la idea rotundamente, afirmando que la paz solo se logrará otorgando a los palestinos una entidad estatal propia. Otros posibles destinos han sido mencionados, como Somalilandia, pero tales alternativas parecen poco atractivas para los habitantes de esta región. Por el momento, varios países han ofrecido acoger a un número limitado de gazatíes en situaciones específicas; entre ellos, Rumania e Italia han tratado a niños con problemas de salud, mientras que Indonesia se comprometió a recibir temporalmente a mil evacuados médicos y huérfanos por razones humanitarias.

El desplazamiento masivo propuesto enfrenta un trasfondo histórico complicado. Aproximadamente dos tercios de la población de Gaza descienden de refugiados palestinos que huyeron o fueron expulsados durante la creación del Estado de Israel en 1948, en lo que los palestinos llaman la Nakba ("catástrofe"). En ese entonces, unos 700,000 palestinos perdieron sus hogares.

Además de los retos históricos y éticos, el ministro de Defensa israelí estima que un 40 % de los residentes actuales de Gaza estarían interesados en emigrar, según sondeos internos. No obstante, hasta el momento no se han proporcionado detalles concretos sobre cómo se facilitará esta migración. Los canales posiblemente incluirán rutas por tierra, aire y mar, pero las autoridades israelíes han declinado ofrecer información adicional.

Mientras tanto, la región sigue enfrentando tensiones políticas y sociales significativas, y la factibilidad de esta propuesta en un contexto tan complejo permanece poco clara. El plan de Netanyahu sigue adelante entre el escepticismo internacional y las críticas sobre las implicaciones humanitarias y legales de una maniobra que numerosos sectores consideran inviable o inaceptable.

Somalilandia, mencionada entre los posibles destinos para los gazatíes, es una república autoproclamada en Somalia que no es reconocida internacionalmente, lo que podría agregar un componente adicional de complejidad logística y política a su consideración como país de acogida.

Algo Curioso

"Reconstruir Gaza llevará años… Mientras tanto, la gente tiene una opción. El presidente tiene una visión. Los países están respondiendo a esa visión"

– Expresó Benjamin Netanyahu.

Apr 9, 2025
Colglobal News

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, reafirmó esta semana su apoyo a la idea de facilitar la "migración voluntaria" de los aproximadamente dos millones de palestinos que residen en la Franja de Gaza, a pesar de que el presidente estadounidense Donald Trump parece haberse distanciado del controvertido plan presentado inicialmente en una reunión en la Casa Blanca hace dos meses. Según los líderes israelíes, el objetivo del plan sería permitir a los gazatíes buscar refugio en otros países mientras se reconstruye el devastado enclave costero, que ha sufrido una campaña militar israelí de 18 meses tras el ataque de Hamás a Israel en octubre de 2023.

En la última reunión llevada a cabo en la Oficina Oval, Trump abordó temas ajenos a Gaza, priorizando la política fronteriza de Estados Unidos, los rehenes en el enclave y las conversaciones con Irán sobre su programa nuclear. Sin embargo, Netanyahu, lejos de abandonar la propuesta, insistió en que la visión todavía se está discutiendo. Días después de la presentación del proyecto por parte de Trump, Israel estableció, bajo la supervisión de su ministro de Defensa, Israel Katz, una administración especial para gestionar la posible migración, asignando a Yaakov Blitshtein la dirección de esta nueva entidad.

A pesar de que Netanyahu enfatizó que la migración sería voluntaria, los críticos cuestionan la viabilidad de esa afirmación dadas las circunstancias, que incluyen severas restricciones a la circulación dentro y fuera de Gaza, en su mayoría impuestas por Israel, argumentando preocupaciones de seguridad. Por otra parte, Egipto también mantiene estrictas limitaciones en su frontera con esta región. Las condiciones en Gaza son extremas, con gran parte de su infraestructura destruida, y cualquier decisión de migrar podría interpretarse como forzada ante la insostenibilidad de la vida cotidiana.

Trump había sugerido que países vecinos como Egipto y Jordania podrían ser destinos potenciales para los gazatíes desplazados, aunque ambos rechazaron la idea rotundamente, afirmando que la paz solo se logrará otorgando a los palestinos una entidad estatal propia. Otros posibles destinos han sido mencionados, como Somalilandia, pero tales alternativas parecen poco atractivas para los habitantes de esta región. Por el momento, varios países han ofrecido acoger a un número limitado de gazatíes en situaciones específicas; entre ellos, Rumania e Italia han tratado a niños con problemas de salud, mientras que Indonesia se comprometió a recibir temporalmente a mil evacuados médicos y huérfanos por razones humanitarias.

El desplazamiento masivo propuesto enfrenta un trasfondo histórico complicado. Aproximadamente dos tercios de la población de Gaza descienden de refugiados palestinos que huyeron o fueron expulsados durante la creación del Estado de Israel en 1948, en lo que los palestinos llaman la Nakba ("catástrofe"). En ese entonces, unos 700,000 palestinos perdieron sus hogares.

Además de los retos históricos y éticos, el ministro de Defensa israelí estima que un 40 % de los residentes actuales de Gaza estarían interesados en emigrar, según sondeos internos. No obstante, hasta el momento no se han proporcionado detalles concretos sobre cómo se facilitará esta migración. Los canales posiblemente incluirán rutas por tierra, aire y mar, pero las autoridades israelíes han declinado ofrecer información adicional.

Mientras tanto, la región sigue enfrentando tensiones políticas y sociales significativas, y la factibilidad de esta propuesta en un contexto tan complejo permanece poco clara. El plan de Netanyahu sigue adelante entre el escepticismo internacional y las críticas sobre las implicaciones humanitarias y legales de una maniobra que numerosos sectores consideran inviable o inaceptable.

Somalilandia, mencionada entre los posibles destinos para los gazatíes, es una república autoproclamada en Somalia que no es reconocida internacionalmente, lo que podría agregar un componente adicional de complejidad logística y política a su consideración como país de acogida.

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, reafirmó esta semana su apoyo a la idea de facilitar la "migración voluntaria" de los aproximadamente dos millones de palestinos que residen en la Franja de Gaza, a pesar de que el presidente estadounidense Donald Trump parece haberse distanciado del controvertido plan presentado inicialmente en una reunión en la Casa Blanca hace dos meses. Según los líderes israelíes, el objetivo del plan sería permitir a los gazatíes buscar refugio en otros países mientras se reconstruye el devastado enclave costero, que ha sufrido una campaña militar israelí de 18 meses tras el ataque de Hamás a Israel en octubre de 2023.

En la última reunión llevada a cabo en la Oficina Oval, Trump abordó temas ajenos a Gaza, priorizando la política fronteriza de Estados Unidos, los rehenes en el enclave y las conversaciones con Irán sobre su programa nuclear. Sin embargo, Netanyahu, lejos de abandonar la propuesta, insistió en que la visión todavía se está discutiendo. Días después de la presentación del proyecto por parte de Trump, Israel estableció, bajo la supervisión de su ministro de Defensa, Israel Katz, una administración especial para gestionar la posible migración, asignando a Yaakov Blitshtein la dirección de esta nueva entidad.

A pesar de que Netanyahu enfatizó que la migración sería voluntaria, los críticos cuestionan la viabilidad de esa afirmación dadas las circunstancias, que incluyen severas restricciones a la circulación dentro y fuera de Gaza, en su mayoría impuestas por Israel, argumentando preocupaciones de seguridad. Por otra parte, Egipto también mantiene estrictas limitaciones en su frontera con esta región. Las condiciones en Gaza son extremas, con gran parte de su infraestructura destruida, y cualquier decisión de migrar podría interpretarse como forzada ante la insostenibilidad de la vida cotidiana.

Trump había sugerido que países vecinos como Egipto y Jordania podrían ser destinos potenciales para los gazatíes desplazados, aunque ambos rechazaron la idea rotundamente, afirmando que la paz solo se logrará otorgando a los palestinos una entidad estatal propia. Otros posibles destinos han sido mencionados, como Somalilandia, pero tales alternativas parecen poco atractivas para los habitantes de esta región. Por el momento, varios países han ofrecido acoger a un número limitado de gazatíes en situaciones específicas; entre ellos, Rumania e Italia han tratado a niños con problemas de salud, mientras que Indonesia se comprometió a recibir temporalmente a mil evacuados médicos y huérfanos por razones humanitarias.

El desplazamiento masivo propuesto enfrenta un trasfondo histórico complicado. Aproximadamente dos tercios de la población de Gaza descienden de refugiados palestinos que huyeron o fueron expulsados durante la creación del Estado de Israel en 1948, en lo que los palestinos llaman la Nakba ("catástrofe"). En ese entonces, unos 700,000 palestinos perdieron sus hogares.

Además de los retos históricos y éticos, el ministro de Defensa israelí estima que un 40 % de los residentes actuales de Gaza estarían interesados en emigrar, según sondeos internos. No obstante, hasta el momento no se han proporcionado detalles concretos sobre cómo se facilitará esta migración. Los canales posiblemente incluirán rutas por tierra, aire y mar, pero las autoridades israelíes han declinado ofrecer información adicional.

Mientras tanto, la región sigue enfrentando tensiones políticas y sociales significativas, y la factibilidad de esta propuesta en un contexto tan complejo permanece poco clara. El plan de Netanyahu sigue adelante entre el escepticismo internacional y las críticas sobre las implicaciones humanitarias y legales de una maniobra que numerosos sectores consideran inviable o inaceptable.

Somalilandia, mencionada entre los posibles destinos para los gazatíes, es una república autoproclamada en Somalia que no es reconocida internacionalmente, lo que podría agregar un componente adicional de complejidad logística y política a su consideración como país de acogida.

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