El fenómeno meteorológico conocido como Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) ha dejado un saldo devastador en España, con 158 víctimas mortales. La Comunidad Valenciana es la región más afectada, con 155 fallecidos, mientras que Castilla-La Mancha y Andalucía reportan dos y un deceso, respectivamente. Las autoridades no descartan un aumento en la cifra de muertos a medida que avanzan las operaciones de búsqueda.
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Las lluvias torrenciales registradas, especialmente en la localidad de Chiva donde cayeron 491 mm en solo ocho horas, han superado el equivalente a un año de precipitaciones. Varias áreas han acumulado más de 300 mm de lluvia en cortos periodos, causando estragos en infraestructuras y comunidades.
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Más de 1,200 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) se encuentran en las zonas más afectadas realizando labores de rescate. Hasta el momento, se han llevado a cabo 200 rescates en tierra y 70 evacuaciones aéreas, con la prioridad puesta en la búsqueda de desaparecidos, muchos de los cuales aún no han sido identificados.
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Las inundaciones han dejado sin electricidad a aproximadamente 155,000 hogares en la Comunidad Valenciana. Las carreteras están bloqueadas por vehículos arrastrados por las corrientes, y el servicio de tren de alta velocidad entre Madrid y Valencia estará suspendido durante al menos 15 días, complicando aún más la movilidad y la logística en la región.
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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha declarado tres días de luto oficial y ha asegurado que no se escatimarán recursos para ayudar a los afectados por esta tragedia. El próximo martes se espera la declaración de la Comunidad Valenciana como zona catastrófica, lo cual permitirá la movilización de más recursos y la implementación de medidas adicionales de reconstrucción.
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La Generalitat Valenciana ha anunciado un plan de ayudas de 250 millones de euros, destinado a distribuir 6,000 euros por afectado para facilitar la recuperación de las víctimas. Sin embargo, y a pesar de las medidas anunciadas, han surgido críticas entre la población sobre la falta de asistencia adecuada en algunas áreas. Personas en condiciones extremas han reportado la convivencia con cadáveres en sus hogares debido a la lenta respuesta de auxilio.
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En paralelo, 12 provincias continúan en alerta por posibles nuevas precipitaciones, con especial vigilancia en Tarragona y Castellón, donde se esperan más lluvias significativas.
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Este evento se ha catalogado como el desastre natural más mortífero en España desde 1973 y sigue cobrando una factura durísima, tanto en términos humanos como en destrucción de infraestructura. La población y las autoridades continúan en estado de máxima alerta, trabajando sin descanso para hacer frente a las devastadoras consecuencias de la DANA.