Karamba Diaby, de 62 años, el primer diputado nacido en África en ingresar al parlamento alemán, ha confirmado que no se postulará en las próximas elecciones federales del próximo año. Su anuncio viene semanas después de haber expuesto públicamente una serie de correos de odio que contenían insultos racistas y amenazas de muerte dirigidos a él y a su equipo parlamentario.
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Diaby, del Partido Socialdemócrata (SPD), ingresó al Bundestag en 2013, marcando un momento histórico junto a Charles M Huber, del partido Demócrata Cristiano, como los primeros miembros negros del parlamento alemán. Huber sirvió por un solo mandato parlamentario.
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Diaby ha citado motivos personales y el deseo de dejar espacio para una nueva generación de políticos como las razones detrás de su decisión. "Quiero pasar más tiempo con mi familia y amigos, y dedicarme más a cuestiones personales que he dejado de lado, como mi huerto", señaló en una carta dirigida a sus colegas del SPD.
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Nacido en Senegal, Diaby se trasladó a la entonces Alemania Oriental en 1985 para continuar con sus estudios, obteniendo un doctorado en química. Desde hace unos años, ha sido objeto de creciente violencia racista, incluyendo amenazas de muerte y ataques a su oficina de distrito en Halle, Sajonia-Anhalt.
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Pese a su futura ausencia en el parlamento, Diaby ha asegurado que seguirá siendo activo en el SPD durante los 15 meses previos a las elecciones, comprometiéndose a contribuir en la política del partido. Se lamentó del acoso racista, subrayando la necesidad de luchar contra el odio y la discriminación.
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En el Bundestag, Karamba Diaby ha sido una figura destacada en la defensa de los derechos humanos y ha trabajado arduamente por la igualdad y la integración, ganándose el respeto de muchos de sus colegas y la atención internacional por su labor en favor de los derechos de inmigrantes y minorías.
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La partida de Diaby marcará el fin de una era para el parlamento y para aquellos defensores de los derechos de igualdad que vieron en su elección un paso significativo hacia una Alemania más inclusiva. Su jornada no ha estado exenta de desafíos, pero su resignación subraya la profunda carga que el racismo persistente puede representar para figuras públicas. Karamba Diaby, además de su carrera política, es un entusiasta de la jardinería y planea dedicar más tiempo a su huerto tras su retiro.