Opinión

LIDERAZGO

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“La unidad es la fuerza, la división es la debilidad” - Aristóteles

Cuando se trata de alcanzar un alto nivel de desempeño en el liderazgo, el mejor consejo que se puede ofrecer a un líder es que eleve sus estándares consistentemente. Este proceso no solo implica mejorar continuamente, sino también expandir las creencias de identidad a lo largo del camino, desafiando las limitaciones autoimpuestas y superando las barreras mentales que pueden frenar el crecimiento.

A lo largo de nuestras vidas, los seres humanos enfrentamos constantes dudas acerca de nuestras capacidades, críticas por equivocarnos y condenas por no estar a la altura de las expectativas de los demás. Esta adversidad deja huellas profundas en nuestra percepción de lo que podemos lograr y, con el tiempo, puede llevarnos a dudar de nuestro propio potencial. Muchas personas quedan limitadas por el resto de sus vidas porque han aceptado la narrativa que les han vendido sobre lo que no podían llegar a ser y lo que no eran capaces de lograr. Sin embargo, el mejor consejo para un líder es cuestionar estas narrativas, desafiar estas creencias y romper las cadenas de las limitaciones autoimpuestas.

Uno no puede ir más allá de lo que sus creencias de identidad le permiten. Estas creencias abarcan todo lo que pensamos sobre nosotros mismos, sobre quiénes somos y lo que somos capaces de lograr. Por lo tanto, el límite de lo que podemos llegar a ser se encuentra en nuestras propias creencias de identidad.

Cambiar estas creencias requiere un trabajo constante y una elevación de los estándares personales. A menudo, los líderes que logran superar estas barreras son aquellos que se atreven a pensar de manera diferente y que se comprometen a desafiar continuamente sus propios límites.

Aunque hay personas que logran elevar sus estándares y adoptar una visión positiva de su potencial, muchas veces se detienen al alcanzar un nivel medio de éxito. Para ellos, el éxito se convierte en una camisa de fuerza que no les permite seguir creciendo y expandiéndose hacia su verdadero potencial. Esto sucede porque, al alcanzar cierto nivel de logro, pierden su “por qué”. Ya no encuentran la misma motivación o propósito para seguir adelante. El mejor consejo en este caso es mantener viva esa llama interna, el propósito que los impulsa a seguir adelante, incluso cuando alcanzan sus metas intermedias.

Para elevar los estándares de manera continua, es necesario establecer metas retadoras y, una vez alcanzadas, fijar nuevos objetivos aún más desafiantes. Este proceso es crucial para garantizar un crecimiento sostenido. Sin embargo, no basta con establecer metas; es fundamental alimentar el “por qué” detrás de cada objetivo como un hábito diario.

El mejor consejo es fortalecer la autoestima y la autoconfianza, ya que son los motores que impulsan la acción hacia el logro. Un líder que cree en sí mismo tiene la capacidad de visualizar el éxito, incluso en los momentos más difíciles, cuando todo parece estar en contra. La confianza en uno mismo y la claridad de propósito son esenciales para enfrentar los desafíos con determinación.

El proceso de creación y logro es claro: para lograr algo significativo, primero debemos creer que es posible. Necesitamos tener fe en nosotros mismos y visualizar nuestra capacidad de alcanzar nuestras metas, aun cuando enfrentemos obstáculos significativos.

Además, elevar los estándares implica más que solo lograr éxito en un área específica de la vida; significa construir una riqueza integral que abarca todos los aspectos importantes de nuestra existencia. El mejor consejo es no limitarse a un solo ámbito, sino buscar un equilibrio en todas las áreas. Un enfoque desequilibrado puede llevar a la pérdida de pasión y a un sentimiento de vacío.

Para construir verdadera riqueza, el mejor consejo es centrarse en aumentar de manera sistemática diferentes aspectos de la vida: la salud, el amor y respeto de los seres queridos, el control sobre el tiempo, la paz mental, el sentimiento de contribución al impactar positivamente en la vida de otros, la felicidad y las posesiones materiales. La riqueza auténtica no es solo financiera, sino que incluye todas estas áreas, creando un equilibrio saludable y sostenible.

Además, es fundamental recordar que el ciclo de la riqueza se cierra siempre devolviendo a los demás. Los líderes exitosos no solo acumulan logros personales, sino que también encuentran formas de contribuir a la comunidad y ayudar a otros a crecer. Este enfoque no solo genera un impacto positivo en el entorno, sino que también refuerza el sentido de propósito y satisfacción personal del líder.

Cuando un líder se compromete a dar lo mejor de sí mismo y también a compartir sus conocimientos y recursos con otros, crea un círculo virtuoso de éxito y generosidad que beneficia a todos los involucrados. Para ser un líder exitoso, es esencial mantener viva la pasión en cada área de la vida. No se trata solo de alcanzar metas profesionales, sino también de construir relaciones significativas, mantener un estado de salud óptimo y encontrar tiempo para el crecimiento personal. El mejor consejo para los líderes gerenciales es buscar un equilibrio en todos los aspectos de su vida y asegurarse de que su éxito esté alineado con sus valores fundamentales.

El equilibrio entre el trabajo, las relaciones personales y el crecimiento personal permite a los líderes mantenerse motivados y enfocados a largo plazo. Cuando se logra este balance, se puede alcanzar un nivel de desempeño superior y sostenido.

En última instancia, el mejor consejo para un líder es elevar sus estándares de manera continua, expandir sus creencias de identidad y mantenerse enfocado en su propósito. A través de la mejora constante y la construcción de riqueza integral, no solo alcanzará su verdadero potencial, sino que también creará un impacto positivo duradero en el mundo que lo rodea.

Cada meta alcanzada es solo un peldaño hacia la próxima, y cada desafío superado es una oportunidad para crecer y aprender. La clave está en nunca conformarse con lo que se ha logrado, sino siempre buscar nuevas formas de mejorar y contribuir.

“Trabajar en equipo no es solo compartir el trabajo, es compartir el éxito”. - Andrew Carnegie

Columna de opinión: Rafael Quiceno Pulido
Col Global News
Domingo 13 de octubre, Santiago de Chile

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