La Era Inteligente ya está aquí con nosotros porque las tecnologías convergentes están transformando radicalmente la estructura misma de nuestro mundo. Por ello, es imperante que nos adaptemos aceleradamente e iniciemos con todos sus actores involucrados: ¡UNA COOPERACIÓN GLOBAL!
Para que esta transformación desarrolle a la sociedad en general en vez de dividirla y polarizarla, deberá ir mucho más allá de los avances tecnológicos y mejorar realmente lo que llamamos “EL POTENCIAL HUMANO”.
Es imperativo que desarrollemos la Inteligencia Ambiental, la Inteligencia Social y la Inteligencia Geopolítica, junto a la Inteligencia Tecnológica Convergente.
La Inteligencia Artificial y la Automatización ya están revolucionando sectores enteros:
En el ámbito de la atención sanitaria, los sistemas impulsados por IA superan a los humanos en beneficio de los pacientes. En el ámbito del diagnóstico, la IA ayuda a los médicos a tomar decisiones más precisas, analizando grandes conjuntos de datos para descubrir nuevos fármacos y desarrollar planes de tratamientos personalizados basados en información genética.
En la agricultura se está aprovechando la IA para mejorar el rendimiento de los cultivos, mientras que los fabricantes están utilizando sistemas inteligentes para mejorar la eficiencia de la cadena de suministros y reducir significativamente el desperdicio.
En el campo de las finanzas, una de las industrias más conservadoras, están siendo trastocadas por algoritmos impulsados por IA, que predicen los movimientos del mercado con cada vez mayor precisión y velocidad.
Para que esta transformación desarrolle a la sociedad en lugar de dividirla, debe ir mucho más allá de los avances tecnológicos y mejorar de una forma real y segura el potencial humano. Pero también hay amenazas y nuevas oportunidades.
La automatización va a desplazar a millones de trabajadores y, si bien creará nuevas oportunidades, debemos asegurarnos de contar con políticas claras y precisas, con sistemas educativos para todos los trabajadores afectados y redes de seguridad sociales que ayuden a las personas a realizar la transición a nuevos roles.
Los beneficios económicos de estas transformaciones deben ser ampliamente compartidos con todos para así evitar que se profundicen las desigualdades sociales que definitivamente amenazan la cohesión social.
Esta era inteligente que ya se inició también transformará nuestra forma de vida.
Las ciudades se están volviendo más inteligentes, con sensores de IA que gestionan todo, desde el flujo de tráfico hasta el uso de energía. Estas ciudades inteligentes y las casas inteligentes que albergan, no solo son más eficientes, sino que están diseñadas para ser más sostenibles, reduciendo las emisiones de carbono y mejorando la calidad de vida.
Con el auge del metaverso y los mundos virtuales, la línea entre lo digital y lo físico se está desdibujando cada vez más. Están surgiendo espacios virtuales en los que las personas pueden trabajar, socializar e incluso poseer activos digitales, lo que marca el comienzo de nuevas formas de interacción económica y social.
Sin embargo, las enormes demandas energéticas de estas nuevas tecnologías, especialmente en áreas como la minería de criptomonedas y la computación con IA, deberían hacernos reflexionar. Deben equilibrarse con la creación de soluciones de energía renovable.
La Inteligencia Ambiental consiste en garantizar que la era inteligente no agrave el cambio climático ni agote nuestros recursos naturales, sino que nos ayude a mitigar los riesgos ambientales para construir economías más sostenibles.
La Era Inteligente está cambiando radicalmente la forma en que nos comunicamos, tanto entre nosotros como con el mundo que nos rodea.
La IA está llevando la comunicación instantánea y global a un nivel superior, permitiendo la traducción en tiempo real entre idiomas, la generación automática de contenidos y la mensajería hiperpersonalizada que se adapta a las preferencias y comportamientos individuales.
Las plataformas impulsadas por IA ya están empezando a mediar gran parte de nuestra comunicación, ya sea a través de algoritmos de redes sociales que deciden qué contenidos vemos o de asistentes virtuales que gestionan nuestros horarios e interacciones. A medida que estos sistemas se vuelvan más sofisticados, moldearán cada vez más el flujo de información en la sociedad, lo que planteará importantes preguntas sobre el sesgo y la desinformación.
Este cambio hacia una realidad más híbrida puede afectar profundamente la forma en que definimos el espacio.
Para lograrlo, necesitamos Inteligencia Geopolítica que nos permita navegar por los cambiantes panoramas del poder global.
La IA en la exploración espacial ya está creando nuevos desafíos de seguridad y posibles conflictos.
La Inteligencia Geopolítica implica comprender cómo se relaciona la tecnología con la dinámica del poder global y fomentar la ¡COLABORACIÓN! en lugar de la ¡COMPETENCIA!
¡MANOS A LA OBRA!
¡MAÑANA ES TARDE!
Columna de Opinión de
Rafael Quiceno Pulido
Para COLGLOBAL NEWS
Domingo 6 de octubre de 2024
Santiago de Chile