Opinión

La Ascensión del Nuevo Presidente y la Caída de EPM: Crónica del Platanal

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Lágrimas de amargura vierten mis ojos, Lágrimas tan amargas como la hiel, Al ver que en mi presente sólo despojos Quedan de nuestro idilio del ayer, ¡quedan de nuestro idilio del ayer! - Alfredo Sadel

Este es el año 2027 en el Platanal. Ya hace un año llegó al gobierno un candidato de una postura política diametralmente opuesta a la del presidente Petro.

Las huestes de la derecha se vistieron de ponderado centro y lograron sumar, con lágrimas, desvaríos, desmayos y clamores, ¡nos salvamos del comunismo! Con apoyos de todos los matices para encumbrar a un enajenado más.

Las fake news nunca estuvieron tan activas y rebosantes. El Platanal se convirtió en el ejemplo mayúsculo de dicho experimento elevado a su máxima potencia, superando incluso a Twitter, ahora convertida en el nuevo símbolo de la Casa Blanca.

El nuevo presidente se mostró sumiso a la banca de su mayor financiador: L.C.S.A., recientemente fallecido, pues ni con sus millonarios ingresos logró esquivar la muerte, que a todos nos ha de llegar. Sus compungidos hijos ahora son los nuevos directivos. No tienen la culpa de su destino ni lo escogieron en sus delirios, pero sí el nuevo fiscal general, quien sigue los consejos roñosos y turbios de un doctor, denominado Cianuro por el País de España. Nada tan peligroso como nombrar un autónomo e independiente fiscal en medio del fangoso y hediondo Platanal, poniendo en peligro a toda la gente "decente".

De EPM solo quedaron los recuerdos. Se vendió a destajo a unos empresarios avivatos de afuera y de acá, para salvarla de llegar a ser eficiente. En las alianzas público-privadas, siempre pierde el erario público, ¡qué novedad! Quien pretenda lo contrario saldrá señalado y etiquetado como la escoria más baja o el más ladrón. Vaya ironía.

Los políticos seguían siendo fichas de ajedrez, piezas de un engranaje de quitar, poner, aprovechar y desestimar. La única garantía: salir millonarios para la guandoca, los cargaladrillos, la élite incólume.

La bolsa de empleo de la élite judicial y congresional más grande de Colombia siguió siendo la ideologizada, ociosa, burocratizada, paquidérmica e inútil Procuraduría General, cada vez más venida a menos y repoblada de tinterillos sin ningún oficio o mérito distinto que pasar rozando el tres en la academia politiquera y aspirar a altos ingresos. De rol, poco o casi nada: bostezos y obesidad.

De lo poco a rescatar, siguiendo su periplo, no sin atisbo de crítica, como leve esperanza, la Contraloría General, que en el momento más crucial de la historia se atrevió a acusar a los timadores más grandes: los que desvalijaron a REFICAR.

A Venezuela, Platanal del lado, había llegado de nuevo la democracia, aunque no la riqueza. Muchos volvieron a pisar sus calles con libertad en medio del alborozo, la pobreza, y muchas familias de nuevo se reunieron sonrientes con esperanza. El baño de sangre que se vaticinaba nunca ocurrió. Nuevos aires dividieron sus fuerzas armadas, sacando a patadas a los cubanos y logrando un armisticio con amnistías, perdón y olvido.

Estas fueron las predicciones de hoy, nacientes desde este pequeño oasis que emerge entre el bosque poblado de fake news.

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