Opinión

Futuro Distópico: El Reloj Descompuesto de la Justicia

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Continuando con la secuela de premoniciones futuristas, donde un minuto es tan largo para un cardiólogo en cirugía, pero una hora es muy corta para un inútil congresista.

Miremos en el lejano mes de diciembre hogaño lo que podría acontecer. Meras ficciones.

No habrá justicia, salvo aquella que se derive de la mayoría de los jueces y superiores jerárquicos de carrera, en su mayoría rectos.

Los jefazos máximos jerárquicamente, que trabajan bien poco, tendrán facultades ilimitadas para torcer hasta el pescuezo cualquier fallo, por minucioso, juicioso y laborioso que haya sido emitido en juicio.

Aclaro que estas son predicciones, pues hasta ahora nada de esto acontece en el Platanal.

Seguimos. La presunción de inocencia será una vaguedad tangible, hiperbólicamente solo aplicable a políticos con más de diez investigaciones gravísimas o con ingresos superiores a los 10 mil millones en facturación. De ahí la importancia de contar con algunos alfiles en esos altos cargos sin concurso de méritos.

Si te condena un NO PAR -jurados de conciencia-, es porque el Estado te condenó. Con fiscal del Estado, defensor público del Estado, el inútil Ministerio Público del Estado, pruebas recaudadas por servidores y empleados del Estado, ¡vaya calamidad! Y aún con este sartal de agentes del Estado, si te absuelven, no te escapas fácil de las garras del Estado, pues, contrariando las formas jurídicas, los derechos sustanciales y hasta convenios internacionales de derechos humanos, estos funcionarios estatales pueden apelar y sin nuevo juicio revocar, condenándote, ¡cuál monarquía! ¡Fallamos esta vez, la próxima veremos!

No obstante lo anterior, si te vuelven a absolver, podrían, según el ilícito, los mismos "agentes estatales" ir a instancias superiores, casación le llaman, y allí buscar tu condena. Toda una gama de garantías chuecas en disfavor del encartado. Pero si salieras airoso, incólume, aún en este bosque de garantías etéreas, abstractas y leguleyadas tropicales, aún podría peligrar tu absolución...

Estos "agentes estatales", vestidos como actores de una tragicomedia o como pedalistas en el aire con bicicletas aeroestáticas, maestros de ceremonia de toda una farsa garantista, podrían interponer una tutela por haber incurrido el sentenciador en una vía de hecho, por violación al debido proceso o alguna irregularidad sustancial, para buscar revertir todo o generar una nulidad y volver al comienzo.

Si fracasan, de nuevo apelación. Si no logran su cometido, revisión ante la Corte Constitucional, y allí, luego de muchos años prisionero o detenido, podrías salir, en vez de absuelto, condenado.

Pero si todo lo anterior fuere inútil y salieras por fin absuelto, podrían ejercer una acción de revisión por vulneración legal o prueba ilícita y terminar condenado.

Muy garantista no se ve. El imaginario digiere lo que el mercado postula. Y si rematamos diciendo que una profesión liberal como es el ejercicio de la abogacía no se autorige por sus colegios de abogados, sino que en disciplina para perros con bozal los investiga el Estado con sus agentes, ¿en qué se diferencia de Cuba?

En el Platanal, nadie se escapa fácilmente de una condena, esto en el supuesto de que funcionara como reloj todo lo anterior.

Les refresco la memoria: esto es una ficción y un vaticinio futuro. Pues la verdad, en la actualidad, no veo cómo encaja la palabra JUSTICIA en nuestro bestiario tropical.

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