Investigadores han iniciado un estudio pionero titulado "Validating Benefits of Rapamycin for Reproductive Aging Treatment (Vibrant)", que examina si la rapamicina, un fármaco inmunosupresor, puede ralentizar el envejecimiento de los ovarios en mujeres jóvenes y saludables. El objetivo del estudio es determinar si este medicamento puede prolongar la fertilidad y retrasar la menopausia.
El estudio busca reclutar más de 1,000 mujeres, comenzando con 34 participantes de hasta 35 años. Los resultados iniciales indican que la rapamicina podría extender la fertilidad femenina en hasta 5 años y disminuir el envejecimiento ovárico en un 20%. Además, las participantes reportaron mejoras en aspectos como la salud general, la memoria, los niveles de energía, y la calidad de la piel y el cabello.
La dosis administrada a las participantes fue de 5 mg por semana durante tres meses, una cantidad significativamente menor a los 13 mg diarios que se prescriben a pacientes de trasplante. Este régimen parece ser seguro, ya que hasta ahora no se han reportado efectos adversos significativos.
El mecanismo de acción de la rapamicina reduce el número de folículos reclutados por ciclo menstrual, limitando a 15 folículos en comparación con los 50 habituales en mujeres de edad similar. Esta reducción en el número de folículos reclutados puede ayudar a preservar la reserva ovárica. La investigación previa en ratones mostró que la rapamicina puede aumentar la reserva de folículos primordiales y mejorar la fertilidad en edades avanzadas.
Contextualmente, la fertilidad femenina comienza a declinar alrededor de los 35 años, y aproximadamente un tercio de las parejas enfrentan dificultades para concebir si la mujer es mayor de esta edad. En términos generales, la menopausia promedio ocurre a los 51 años, aunque algunas mujeres pueden experimentar menopausia temprana antes de los 45 años.
El estudio, cuyo costo total se estima en más de 1 millón de dólares (aproximadamente 750,000 libras esterlinas), se encuentra actualmente en su fase inicial y se espera que esta etapa se complete en dos años. Posteriormente, se llevará a cabo un estudio más amplio de fase 2. Los investigadores se muestran optimistas sobre la posibilidad de que la rapamicina se convierta en un tratamiento efectivo para problemas de fertilidad relacionados con la edad.
Aunque la rapamicina tiene efectos secundarios potenciales, como náuseas y presión arterial alta, la dosis utilizada en este estudio no ha provocado efectos adversos significativos hasta ahora. No obstante, es crucial seguir investigando para determinar si la calidad de los óvulos se ve afectada con el tiempo adicional que los ovarios pueden vivir.