El informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) establece que tanto las autoridades israelíes como los grupos armados palestinos han incurrido en crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad desde el 7 de octubre de 2023. La comisión a cargo de la investigación, dirigida por la ex jefa de derechos humanos de la ONU, Navi Pillay, ha documentado episodios de asesinatos, torturas, violencia sexual y secuestros, entre otros actos de violencia extrema.
Las acciones de Israel incluyeron el uso de fuerza desproporcionada, resultando en una elevada tasa de bajas civiles. La ONU acusa a Israel de crímenes como el asesinato, los ataques intencionales contra civiles, la violencia sexual, y el uso de la inanición como método de guerra. El informe señala que Israel empleó armas pesadas en áreas densamente pobladas, un acto que califica como un crimen de guerra.
Por su parte, Hamas es señalado por su implicación en la violencia sexual generalizada, así como en los asesinatos masivos durante sus ataques. Además, según el reporte, Hamas habría modificado propuestas de cese al fuego, de las cuales algunas fueron consideradas impracticables por parte de Estados Unidos.
El impacto de estos conflictos en mujeres y niños es subrayado en el informe, que hace un llamado a respetar el derecho internacional para evitar ciclos de violencia recurrentes. Este documento no solo destaca los delitos cometidos, sino también la falta de protección de civiles por parte de las autoridades israelíes. Israel ha rechazado los hallazgos de la ONU, calificando el informe de discriminatorio. Hasta el momento, Hamas no ha emitido comentarios oficiales en respuesta a las acusaciones. La práctica de emplear armas pesadas en zonas densamente pobladas no es nueva y ha sido condenada repetidamente en el ámbito internacional debido a su impacto devastador en la población civil.
El informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) establece que tanto las autoridades israelíes como los grupos armados palestinos han incurrido en crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad desde el 7 de octubre de 2023. La comisión a cargo de la investigación, dirigida por la ex jefa de derechos humanos de la ONU, Navi Pillay, ha documentado episodios de asesinatos, torturas, violencia sexual y secuestros, entre otros actos de violencia extrema.
Las acciones de Israel incluyeron el uso de fuerza desproporcionada, resultando en una elevada tasa de bajas civiles. La ONU acusa a Israel de crímenes como el asesinato, los ataques intencionales contra civiles, la violencia sexual, y el uso de la inanición como método de guerra. El informe señala que Israel empleó armas pesadas en áreas densamente pobladas, un acto que califica como un crimen de guerra.
Por su parte, Hamas es señalado por su implicación en la violencia sexual generalizada, así como en los asesinatos masivos durante sus ataques. Además, según el reporte, Hamas habría modificado propuestas de cese al fuego, de las cuales algunas fueron consideradas impracticables por parte de Estados Unidos.
El impacto de estos conflictos en mujeres y niños es subrayado en el informe, que hace un llamado a respetar el derecho internacional para evitar ciclos de violencia recurrentes. Este documento no solo destaca los delitos cometidos, sino también la falta de protección de civiles por parte de las autoridades israelíes. Israel ha rechazado los hallazgos de la ONU, calificando el informe de discriminatorio. Hasta el momento, Hamas no ha emitido comentarios oficiales en respuesta a las acusaciones. La práctica de emplear armas pesadas en zonas densamente pobladas no es nueva y ha sido condenada repetidamente en el ámbito internacional debido a su impacto devastador en la población civil.